#OscarCuchurrumí día 2: el regreso a la sátira de «Don’t look up»

¡Buenos días!

¿Cómo se encuentran en este sábado de marzo? Espero que hayan dormido muy bien y que este fin de semana que comienza les sea grato y feliz.

Yo me encuentro muy bien, feliz de seguir acompañándolos en nuestro especial de #OscarCuchurrumí, sé que será una maratón cinematográfica ma-ra-vi-llo-sa.

Si es el primer día que me acompañan, les dejo por aquí la reseña de nuestro día 1 del especial, en donde hablamos de Dune, y de todos modos, siendo completamente honesta con ustedes, no es que TENGAN que leer toooodas y cada una de las reseñas del especial, peeeero si lo hacen también les estaré muy agradecida, ¡este espacio es de ustedes a fin de cuentas!

Luego del tono bélico y en permanente drama de nuestra reseñada de ayer, me pareció bastante sensato poder aligerar un poco los ánimos con nuestra peli de hoy, algo entre el humor negro, la denuncia social y, ¿por qué no?, una versión algo retorcida de los tiempos que vivimos, así que alisten sus naves espaciales, sus teorías conspirativas y sus teléfonos celulares y disfruten de esto que se llama Don’t look up (No miren arriba):

Y bueno, tenemos aquí una cinta que llama la atención por diversas razones, así que vamos por partes. En primer lugar, regresa a la acción un director tremendo como lo es Adam McKay, a quien de pronto logren recordar por cintas como Vice o The Big Short, historias que en su momento también desfilaron por nuestro especial de #OscarCuchurrumí en años anteriores, y que en esta ocasión llegó hasta la comodidad de nuestras salas de televisión de la mano del gigante del streaming y siempre polémico Netflix, que de un tiempo para acá viene de poner sobre la mesa la posibilidad de llegar a los Oscar con historias de calidad y un alcance interesante, que lo digan las cifras de audiencia de nuestra peli de hoy.

Pese a su estreno en algunas salas de cine (a fin de cuentas, el haber tenido proyecciones en teatros sigue siendo requisito para estar nominado al Oscar), debo reconocer que fui del combo que vio la cinta desde la comodidad de su casa, y lo cierto es que la trama se presta para eso: conoceremos la historia de Kate Dibiasky, (interpretada por mi querida Jennifer Lawrence), una aspirante a doctorado en astronomía que durante una de sus observaciones espaciales descubre un gigantesco asteroide cuya trayectoria indica que en aproximadamente seis meses impactará en la Tierra, lo que, según sus cálculos y proyecciones, podría destruir al planeta entero y a todos sus habitantes.

Ante esta poco alentadora noticia, Kate le pide ayuda a su mentor profesional y tutor, el astrónomo Randall Mindy (interpretado por el gran Leo DiCaprio), y juntos emprenderán una lucha mediática, política y social por convencer a la mayor cantidad posible de personas del inminente peligro que se acerca y de la necesidad de hacer ALGO al respecto.

Leo DiCaprio y Jennifer Lawrence en sus roles del doctor Randall Mindy y la astrónoma Kate Dibiasky.

En su camino, estos científicos intentarán tocar todo tipo de puertas para difundir su urgente mensaje, llegando incluso a la oficina oval de la presidenta Orlean (interpretada por Meryl Streep), una política escéptica, sarcástica y totalmente apática de la ciencia y sus hallazgos (cuando vean la película podrán identificar sin mayores problemas al líder político en que se basa su papel, estoy segura), y con el tiempo en su contra, tanto Kate como Randall tendrán que enfrentarse a una sociedad demasiado ocupada en sus teléfonos celulares como para prestar atención a detalles «mínimos» como su posible extinción.

¿Hasta dónde llega el poder político con tal de mantener su imagen favorable en los medios?

¿Qué tanto importan los likes o los hashtags en un mundo condenado a acabarse?

¿A quién se debe escuchar? ¿A los políticos y «líderes de opinión» o a los científicos?

Las respuestas a estas y otras preguntas los esperan en Netflix.

Como les decía anteriormente, creo que son varias las razones por las que esta película llama la atención: no solo cuenta con una señora nómina de lujo (que además de los ya mencionados, también incluye a Jonah Hill, Ariana Grande, Timothée Chalamet y Cate Blanchett), sino que también llegó a Netflix en una fecha bastante peculiar, en plena temporada navideña, y a mi parecer hasta en eso hubo una intención satírica, en plan «¿Quieres una navidad tranqui? Pues TOOOOMA esta cinta apocalíptica y reflexiva», y es que si hay algo transversal a todo el fenómeno de esta cinta es esa denuncia entre el humor negro y la sátira sobre qué pasaría si en lugar de un asteroide, se hablara del cambio climático o incluso de la pandemia del covid-19, ¿como que golpea distinto, no creen?

Entre broma y broma, la cinta logra hacernos reflexionar sobre los alcances de las redes sociales y los medios masivos de comunicación, que para bien o para mal, pueden difundir todo tipo de «verdades» en cuestión de segundos, y el modo en que la trama termina dividiéndose entre «personas que miran arriba» y «personas que no» apela de forma muuuy directa a las múltiples divisiones que como sociedad hemos venido afrontando durante los últimos años (pro-anti X político, pro-anti vacunas, no más miren lo que fueron las pasadas elecciones en nuestro país…), y creo que el final de la cinta (que OBVIO no les contaré) es de las cosas que más impacta, no solo por su acompañamiento musical que es una locura, sino también por lo absurdo-pero-igualmente-posible de la situación, de allí que nadie quede indiferente ante lo que acaba de ver.

En temas de nominaciones a los Oscar, uno pensaría que con semejante nómina se iban a fajar unas cuantas menciones, pero lo cierto es que el trabajo actoral de este elenco no fue particularmente eeeeespectacular que digamos, quien más me divirtió con su personaje fue Leo DiCaprio, que en realidad nos ofrece una versión mucho más exagerada y graciosa de su activismo real en pro del medio ambiente , y lo mismo sucede con Meryl Streep, que si bien hace reír y nos hace odiar su personaje, no creo que destaque del modo en que ha hecho en otras producciones que sí generaron un mayor impacto en la audiencia.

Vemos aquí algunos de los pósters promocionales de la cinta.

Siendo así las cosas, las 4 categorías en que está nominada esta cinta son:

-Mejor película

-Edición

-Score original

-Mejor guion original

Vemos que lo que realmente funciona aquí es el valor de la producción y de los guionistas para decirle al mundo «miren lo ridículos que podemos llegar a ser cuando dejamos que los radicalismos nos dividan y le restemos atención a lo realmente importante de la vida», y en eso radica el encanto de esta cinta, que si bien no creo que arrase en la ceremonia del próximo 27 de marzo, tal vez logre dejarnos pensando un poquitito más antes de «tragar entero» o seguir el reto o trend de moda, y creo que eso ya será una ganancia importante.

Y bueno, me despido por hoy animándolos a que no se den por vencidos en su meta de ver muchas muchas nominadas al Oscar, ¡todavía nos queda 1 semanita para coronar y las reseñas no van a parar por aquí!

Como siempre, los estaré esperando en nuestro Instagram y Facebook para seguir comentando juntos nuestras favoritas al Oscar, al menos, hasta que el planeta aguante…

Si no le gusta, no lea, y si le gusta, ¡comparta!

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