#OscarCuchurrumí día 2: el regreso a la sátira de «Don’t look up»

¡Buenos días!

¿Cómo se encuentran en este sábado de marzo? Espero que hayan dormido muy bien y que este fin de semana que comienza les sea grato y feliz.

Yo me encuentro muy bien, feliz de seguir acompañándolos en nuestro especial de #OscarCuchurrumí, sé que será una maratón cinematográfica ma-ra-vi-llo-sa.

Si es el primer día que me acompañan, les dejo por aquí la reseña de nuestro día 1 del especial, en donde hablamos de Dune, y de todos modos, siendo completamente honesta con ustedes, no es que TENGAN que leer toooodas y cada una de las reseñas del especial, peeeero si lo hacen también les estaré muy agradecida, ¡este espacio es de ustedes a fin de cuentas!

Luego del tono bélico y en permanente drama de nuestra reseñada de ayer, me pareció bastante sensato poder aligerar un poco los ánimos con nuestra peli de hoy, algo entre el humor negro, la denuncia social y, ¿por qué no?, una versión algo retorcida de los tiempos que vivimos, así que alisten sus naves espaciales, sus teorías conspirativas y sus teléfonos celulares y disfruten de esto que se llama Don’t look up (No miren arriba):

Y bueno, tenemos aquí una cinta que llama la atención por diversas razones, así que vamos por partes. En primer lugar, regresa a la acción un director tremendo como lo es Adam McKay, a quien de pronto logren recordar por cintas como Vice o The Big Short, historias que en su momento también desfilaron por nuestro especial de #OscarCuchurrumí en años anteriores, y que en esta ocasión llegó hasta la comodidad de nuestras salas de televisión de la mano del gigante del streaming y siempre polémico Netflix, que de un tiempo para acá viene de poner sobre la mesa la posibilidad de llegar a los Oscar con historias de calidad y un alcance interesante, que lo digan las cifras de audiencia de nuestra peli de hoy.

Pese a su estreno en algunas salas de cine (a fin de cuentas, el haber tenido proyecciones en teatros sigue siendo requisito para estar nominado al Oscar), debo reconocer que fui del combo que vio la cinta desde la comodidad de su casa, y lo cierto es que la trama se presta para eso: conoceremos la historia de Kate Dibiasky, (interpretada por mi querida Jennifer Lawrence), una aspirante a doctorado en astronomía que durante una de sus observaciones espaciales descubre un gigantesco asteroide cuya trayectoria indica que en aproximadamente seis meses impactará en la Tierra, lo que, según sus cálculos y proyecciones, podría destruir al planeta entero y a todos sus habitantes.

Ante esta poco alentadora noticia, Kate le pide ayuda a su mentor profesional y tutor, el astrónomo Randall Mindy (interpretado por el gran Leo DiCaprio), y juntos emprenderán una lucha mediática, política y social por convencer a la mayor cantidad posible de personas del inminente peligro que se acerca y de la necesidad de hacer ALGO al respecto.

Leo DiCaprio y Jennifer Lawrence en sus roles del doctor Randall Mindy y la astrónoma Kate Dibiasky.

En su camino, estos científicos intentarán tocar todo tipo de puertas para difundir su urgente mensaje, llegando incluso a la oficina oval de la presidenta Orlean (interpretada por Meryl Streep), una política escéptica, sarcástica y totalmente apática de la ciencia y sus hallazgos (cuando vean la película podrán identificar sin mayores problemas al líder político en que se basa su papel, estoy segura), y con el tiempo en su contra, tanto Kate como Randall tendrán que enfrentarse a una sociedad demasiado ocupada en sus teléfonos celulares como para prestar atención a detalles «mínimos» como su posible extinción.

¿Hasta dónde llega el poder político con tal de mantener su imagen favorable en los medios?

¿Qué tanto importan los likes o los hashtags en un mundo condenado a acabarse?

¿A quién se debe escuchar? ¿A los políticos y «líderes de opinión» o a los científicos?

Las respuestas a estas y otras preguntas los esperan en Netflix.

Como les decía anteriormente, creo que son varias las razones por las que esta película llama la atención: no solo cuenta con una señora nómina de lujo (que además de los ya mencionados, también incluye a Jonah Hill, Ariana Grande, Timothée Chalamet y Cate Blanchett), sino que también llegó a Netflix en una fecha bastante peculiar, en plena temporada navideña, y a mi parecer hasta en eso hubo una intención satírica, en plan «¿Quieres una navidad tranqui? Pues TOOOOMA esta cinta apocalíptica y reflexiva», y es que si hay algo transversal a todo el fenómeno de esta cinta es esa denuncia entre el humor negro y la sátira sobre qué pasaría si en lugar de un asteroide, se hablara del cambio climático o incluso de la pandemia del covid-19, ¿como que golpea distinto, no creen?

Entre broma y broma, la cinta logra hacernos reflexionar sobre los alcances de las redes sociales y los medios masivos de comunicación, que para bien o para mal, pueden difundir todo tipo de «verdades» en cuestión de segundos, y el modo en que la trama termina dividiéndose entre «personas que miran arriba» y «personas que no» apela de forma muuuy directa a las múltiples divisiones que como sociedad hemos venido afrontando durante los últimos años (pro-anti X político, pro-anti vacunas, no más miren lo que fueron las pasadas elecciones en nuestro país…), y creo que el final de la cinta (que OBVIO no les contaré) es de las cosas que más impacta, no solo por su acompañamiento musical que es una locura, sino también por lo absurdo-pero-igualmente-posible de la situación, de allí que nadie quede indiferente ante lo que acaba de ver.

En temas de nominaciones a los Oscar, uno pensaría que con semejante nómina se iban a fajar unas cuantas menciones, pero lo cierto es que el trabajo actoral de este elenco no fue particularmente eeeeespectacular que digamos, quien más me divirtió con su personaje fue Leo DiCaprio, que en realidad nos ofrece una versión mucho más exagerada y graciosa de su activismo real en pro del medio ambiente , y lo mismo sucede con Meryl Streep, que si bien hace reír y nos hace odiar su personaje, no creo que destaque del modo en que ha hecho en otras producciones que sí generaron un mayor impacto en la audiencia.

Vemos aquí algunos de los pósters promocionales de la cinta.

Siendo así las cosas, las 4 categorías en que está nominada esta cinta son:

-Mejor película

-Edición

-Score original

-Mejor guion original

Vemos que lo que realmente funciona aquí es el valor de la producción y de los guionistas para decirle al mundo «miren lo ridículos que podemos llegar a ser cuando dejamos que los radicalismos nos dividan y le restemos atención a lo realmente importante de la vida», y en eso radica el encanto de esta cinta, que si bien no creo que arrase en la ceremonia del próximo 27 de marzo, tal vez logre dejarnos pensando un poquitito más antes de «tragar entero» o seguir el reto o trend de moda, y creo que eso ya será una ganancia importante.

Y bueno, me despido por hoy animándolos a que no se den por vencidos en su meta de ver muchas muchas nominadas al Oscar, ¡todavía nos queda 1 semanita para coronar y las reseñas no van a parar por aquí!

Como siempre, los estaré esperando en nuestro Instagram y Facebook para seguir comentando juntos nuestras favoritas al Oscar, al menos, hasta que el planeta aguante…

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#OscarCuchurrumí día 8: la ingenua ironía de “Jojo Rabbit”

¡Sábado, sábado, sábado! Bieeeeeenvenidos a la recta final de #OscarCuchurrumí, ¡qué carrerota la que hemos hecho! Espero que hayan disfrutado tanto como yo, es increíble saber que la película de hoy es la penúltima de nuestra serie de 9 reseñas de las nominadas al Oscar a Mejor película, ¡supongo que nuestros nominados deben estar preparándose para lucir fabulosos mañana y nosotros con ellos!

Si se perdieron alguna de nuestras reseñas anteriores de este año, pueden leerlas justo aquí.

Mientras se extiende la alfombra roja y ultimamos nuestras apuestas, vamos con una película que, muy a su manera, logra combinar dos tendencias de esta temporada de premios, como lo son el humor negro y el contexto bélico-histórico, así que bueno, alisten sus dotes para el idioma alemán y disfruten de esto que se llama Jojo Rabbit:

Y bien, el tema de la Segunda Guerra Mundial es uno de los grandes consentidos de la Academia, y año tras año solemos encontrarnos con al menos una nominada que tenga por escenario a este contexto histórico. Lo peculiar aquí es que, al menos en mi caso como espectadora, es la primera vez que me encuentro con un acercamiento desde la comedia y el humor negro, y no desde la desolación y la crudeza, y pensaba que la iba a sufrir, que me sentiría culpable por reírme, pero por el contrario, me atrapó desde el inicio y me dejó pensando mucho sobre un tema del que ya creía saber bastante.

Dirigida (producida, adaptada e incluso actuada) por Taika Waititi, esta cinta basada en la novela de Christine Leunens nos lleva a la Alemania nazi de la Segunda Guerra Mundial. Allí, en medio de la euforia y el sueño de formar a futuras generaciones al servicio del Tercer Reich, conoceremos a Jojo (interpretado por Roman Griffin Davis), un pequeño de diez años que vive con su madre (interpretada por Scarlett Johansson) y que sueña con convertirse en un integrante de la guardia privada de Hitler (interpretado por Waititi). Jojo tiene tan idealizado a Hitler que lo escucha en su mente, dialoga y le pide consejo todo el tiempo, en una versión bastante cómica de lo que sería un amigo imaginario/conciencia, y desde el inicio mismo de la cinta seremos testigos de la marcada sátira a la que apunta la trama, ¿pues cuándo más habíamos visto a Hitler haciéndole bromas a un pequeño?

Exacto, nunca.

Cuando Jojo asiste a un campamento de las juventudes hitlerianas para “convertirse en un hombre”, una serie de sucesos harán que su plan perfecto de servir a la patria no salga como esperaba, de allí que deba recurrir a todo su ingenio para validarse como un activo integrante de las filas nazis. Sumado a esto, dos oscuros secretos al interior de su hogar pondrán en riesgo no solo a su familia, sino al futuro de Jojo, de sus amigos y su rol en la guerra.

Ahora, vale la pena preguntarnos una cosa: ¿Qué papel puede desempeñar un pequeño de 10 años en la guerra? ¿No debería estar jugando? ¿Aprendiendo? Estas son tan solo algunos de los interrogantes que con humor negro responde esta película inteligente y sagaz, y soy enfática en apelar a estos adjetivos porque requiere cierto valor usar la ironía y la sátira para hablar de un tema que tanto dolor y muerte causó a millones de personas.

Lo curioso de la situación es que, precisamente, esa es la magia del cine, nos permite abordar un mismo tema desde muchas miradas distintas, y en esta ocasión ese efecto irónico-cómico sobre un panorama tan oscuro como es la guerra se logra partiendo de la mirada de un chiquitín que quiere comerse al mundo, sin saber que en el proceso está siendo comido por un sistema terrible. La actuación del pequeño Roman es tan auténtica, tan divertida, que en serio, se merece estar en boca de todos y recibir muchos aplausos y elogios por lograr lo imposible: hacernos sentir simpatía por un nazi.

Por su parte, la querida y elegante Scarlett Johansson llega a esta temporada no con una, sino con DOS nominaciones por DOS pelis distintas, ¡qué momento para estar vivos y ser testigos de esto, señores! Ya hablamos de su actuación en A marriage story, así que solo diré que, en lo personal, amaría que si gana un premio (que lo veo difícil la verdad), fuera como actriz de reparto en esta película y no por su protagónico en A marriage story, pues a mi parecer percibí muchos más matices y emociones en su rol de Rosie, una madre cabeza de hogar, optimista y rebelde, un papel muy emotivo y que nos muestra una nueva faceta de la guerra, la de las madres alemanas que solo quieren que todo termine, así que bravo por madama Johansson y esta gran demostración de talento.

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También vale la pena destacar las actuaciones de Sam Rockwell, Patrick Malahide y Rebel Wilson, cuyos personajes no solo divierten, sino que complementan muy bien la trama, y no puedo quedarme sin mencionar a Thomasin McKenzie, de quien no puedo decir mayor cosa para no spoilear, salvo que es una joven actriz a la que sin duda hay que seguirle el paso en futuros proyectos.

Por último, pero no menos importante, tenemos a Taika Waititi, que se ganó mi admiración por asumir tantos roles y compromisos con la cinta, por lucharla y creer en el proyecto, y lo increíble del asunto es que con tantas tareas encima, todas-le salieron- bien (lástima que no lo nominaran a Mejor director), pues en su conjunto la película es increíble, la historia está muy bien contada y su actuación logra sacarnos del horror que inspira la figura de Adolf Hitler para terminar por decirle “¿Sabes qué? Nunca dejaremos que esto se repita, así que joke’s on you.”

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Con un total de 6 nominaciones (Mejor película, mejor actriz de reparto, mejor guion adaptado, mejor diseño de producción, mejor vestuario y mejor montaje), Jojo Rabbit es de esas películas que no sabíamos que necesitábamos hasta que fuimos a verlas al cine, y tal vez sigamos hablando de ella en el futuro. Yo como espectadora seguiré dándole un chance a la sátira, y sobre todo, seguiré estudiando y leyendo de historia, para que nunca más se den hechos como los que el pobre Jojo tuvo que vivir.

Y bueno, me despido por hoy esperando que no anden corriendo mucho para ponerse al día con sus nominadas al Oscar, recuerden que mañana tendremos a nuestra última nominada, y por supuesto, en Facebook, Twitter e Instagram estaremos en full modo #OscarCuchurrumí.

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#OscarCuchurrumí día 7: algunas curiosidades sobre «Once upon a time in Hollywood»

¡Gracias a Dios por los vierneeeees!

¿Cómo están en esta tarde noche de perecita? Espero que muy bien, ¡pudimos dar ese último esfuercito y coronamos la semana laboral!

Ante este alentador panorama, los saludo con una cálida bienvenida a un nuevo día/noche en #OscarCuchurrumí, ¡qué increíble que ya vayamos por 2/3 de nuestras queridas nominadas! 9 días, 9 nominadas, 9 posts en nuestro blog. Simple y divertido, yippy yay yay.

Y bien, vengo con un post algo «experimental» puesto que nuestra peli de hoy ya tuvo en su momento una reseña en este blog (la pueden leer aquí), así que pensé «¿cómo podemos abordarla sin sentir que la estoy reseñando de nuevo?».

Para responder a este desafío, me parece que lo más sensato es que comencemos por el tráiler, así que alisten sus mejores atuendos retro, sus visas y gafas de sol y volvamos a mi amada Los Ángeles en esto que se llama Once upon a time in Hollywood:

Mucho se ha dicho de esta, la novena y esperada cinta del sangriento y sarcástico Quentin Tarantino, empezando por la belleza de ver a Leo DiCaprio y Brad Pitt compartir un bromance de película, pasando por el maravilloso momento actoral que está viviendo mi querida Margot Robbie y hasta terminar con la oscura ironía que se esconde tras su trama.

En medio de tantos elogios e idas a verla, se me ocurrió que en vista de las cosas bizarras y retorcidas que rodean a esta cinta, sería divertido investigar algunos datitos curiosos de su producción, así que me di a la labor y encontré unas cuantas que he traducido y preparado especialmente para ustedes. ¿Me acompañan?

Empecemos pues:

  • Brad Pitt improvisó la frase «You’re Rick fucking Dalton! Don’t you forget that.» en plena escena. Para ello, se inspiró en un actor que le dijo esto mismo cuando Brad  era apenas un actor en desarrollo a inicio de los noventas.

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DiCaprio y Pitt en sus papeles de Rick Dalton y Cliff Booth. 

  • Margot Robbie, que recordemos que interpreta a la desaparecida Sharon Tate, logró usar algunas de las verdaderas joyas de Sharon gracias a que su hermana, Debra Tate, se las prestó. Hablando de las hermanas Tate, Debra era una escéptica del proyecto inicialmente, pero le dio su bendición y aprobación a la actuación de Margot  después de que Tarantino la contactara personalmente y le explicara la manera en que su hermana sería representada dentro del film. Debra se refirió a Margot como «una dedicada artesana», y elogió todo lo que Robbie investigó sobre Sharon antes de reunirse con ella.

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A la izquierda, Sharon Tate, y a la derecha, Margot interpretándola.

  • Los productores tuvieron algunas dificultades al inicio para convencer a los comerciantes de Hollywood Boulevard para que los dejaran intervenir las fachadas de sus almacenes para que reflejaran mejor la estética de los 60s. Curiosamente, después de terminado el rodaje en esa zona, la mayoría de las personas preguntaron si podían conservar las fechadas sesenteras, pues prefirieron esta imagen retro y les gustó mucho más a como se veía antes.
  • Quentin Tarantino soñaba con que Once upon a time in Hollywood fuera la segunda película que lo hiciera merecedor de la Palma de Oro al mejor director en el marco del Festival de cine de Cannes. Para lograrlo, adelantó la postproducción de la cinta y puso a todo su equipo a correr de manera que pudieran estrenarla a tiempo para este festival. La primera vez que Tarantino se llevó la Palma de Oro fue en 1994 por su película Pulp Fiction, y tristemente, aunque en 2019 recibió una ovación de pie de siete minutos por parte de los asistentes al estreno de su cinta, no ganó la preciada Palma.

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El elenco y su director en la premier de la cinta en Cannes. 

  • En una jugada de producción sin precedentes, una sección de la Hollywood Freeway de Los Ángeles (una de las principales autopistas de la ciudad) fue cerrada por completo de 12m a 2pm para rodar una secuencia que involucraba a muchísimos carros de época. No se usaron efectos visuales de ninguna índole, y los pobres Angelinos tuvieron que lidiar con un caos vehicular digno del intro de La La Land.
  • Esta es la primera cinta de Leo DiCaprio desde que ganó el Oscar por The Revenant.
  • El actor australiano Damon Herriman interpreta en la película al infame Charles Manson. Casi al mismo tiempo que trabajaba en la cinta de Tarantino, Damon Herriman fue elegido para formar parte del casting de la segunda temporada de la serie Mindhunter para interpretar también al asesino. Así que además de verlo en la cinta, lo veremos en la producción de Netflix que se centra en los asesinos más famosos de Estados Unidos.
  • En una determinada escena de la peli, Sharon Tate visita una librería para recoger una copia del libro «Tess of the d’Urbervilles«. En la vida real, Sharon efectivamente le dio a su esposo Roman Polanski una copia de ese libro mientras estaban en Europa, justo antes de que ella regresara a los Estados Unidos, y le dijo que sería una gran película que ella misma amaría protagonizar. Esta fue la última vez que Polanski vio a Tate con vida. Posteriormente, el director adaptaría dicho libro en la película Tess (1979), cinta que dedicó a su esposa asesinada.
  • Para Quentin Tarantino, esta película es «su carta de amor a LA», y la considera «su memoria», llegando a compararla con Roma de Alfonso Cuarón.

Y bueeeeno, espero que con estos datitos curiosos se animen a conocer un poquito más de esta historia que entre el humor negro y la ucronía nos devuelve a esa ciudad que tanto amo, a sus calles soleadas, sus palmeras que parecieran guardar secretos oscuros y a los muchos sueños que día a día nacen y mueren bajo el sol de California.

En materia de nominaciones, esta cinta compite en las categorías de Mejor película, Mejor director, Mejor actor, Mejor actor de reparto, Mejor guion original, Mejor cinematografía, Mejor diseño de vestuario, Mejor diseño de producción, Mejor mezcla de sonido y Mejor edición de sonido. De momento le daría mi voto a Brad Pitt, que viene de ganar en varias ceremonias anteriores el premio a Mejor actor de reparto por su papel del doble de acción y cómplice Cliff Booth, aunque solo el 9 de febrero sabremos qué nombres se inscriben en la historia del cine para siempre.

Mientras llega esa esperada noche, los espero en nuestro Facebook, Twitter e Instagram para que sigamos comentando esta y muchas otras nominadas, ¡lo que hay es cine para ver!

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Sorpresas sangrientas: reseña de «Once upon a time in Hollywood»

 

¡Buenas y festivas tardeeeees!

¿Cómo están en este lunes festivo helado y perfecto para arruncharse en el sofá? Espero que muy bien, que estén descansando muchísimo y que de alguna manera todo esté fluyendo en sus vidas.

Hoy vengo con la reseña de una película que me dejó helada en mi silla por varias razones, empezando porque se desarrolla en una ciudad que me recibió con los brazos abiertos hace un mes y que siempre llevo en el <3, así que alisten sus gafas de sol, sus palomitas y disfruten de esto que se llama Once upon a time in Hollywood:

Y bueno, tenemos aquí una historia pensada para no dejar indiferente. ¿Cuántas veces no hemos escuchado la expresión «Había una vez/ Once upon a time»? Más de las esperadas, ¿verdad? Y por lo general, al escucharla nos disponemos para conocer un clásico cuento de hadas o aventuras, pero en esta ocasión, de la mano del bizarro y brillante Quentin Tarantino seremos testigos de una historia tan nostálgica como impactante.

Corre el año 1969, y la glamurosa y caótica Los Ángeles parece hervir de actividad y brillo con sus estudios de cine y tv a toda marcha. En uno de esos estudios es que conoceremos a Rick Dalton (interpretado por Leonardo DiCaprio), un actor condenado a interpretar a villanos y que se siente en extremo angustiado por estar envejeciendo sin pena ni gloria. La carrera de Rick ha llegado a su punto actual gracias a su fiel amigo y doble de acción Cliff Booth (interpretado por Brad Pitt), quien se encarga de cuidarlo, hacer sus escenas de riesgo y evitar que sus excesos y soledades terminen de arruinar las carreras de ambos.

Brad Pitt y Leo DiCaprio en sus roles.

Paralelo a las luchas de ambos actores por mantenerse vigentes, conoceremos la historia de la dulce Sharon Tate (interpretada por Margot Robbie), una actriz enamorada de su oficio que todavía se permite pequeños placeres como ir a ver sus películas al cine de forma anónima y solo por el gusto de que de vez en cuando la reconozcan.

Margot Robbie en su rol de Sharon Tate

Conforme avanza la trama veremos el modo en que las aparentes vidas perfectas de Hollywood son todo menos sencillas, y cuando una de las familias más trágicamente recordadas en la historia de Los Ángeles haga su aparición, los caminos de Sharon, Cliff y Rick se cruzarán de un modo que solo es posible en la mente explosiva de Quentin Tarantino.

¿Qué violentos secretos se esconden en las empinadas colinas de mi amada ciudad de las estrellas? Solo yendo al cine conocerán la respuesta.

Y bien, debo decir con total franqueza que esta era la primera vez que veía una cinta de Tarantino en la gran pantalla, por lo general sus narrativas violentas y dinámicas no suelen ser de mis preferidas, pero mi última visita a Los Ángeles fue suficiente para dejarme con curiosidad por esta cinta, y me alegra haberle dado una oportunidad pues salí en extremo sorprendida ante la ola de recuerdos y conexiones que se esconden en la historia.

Una fotito que tomé en mi última visita a LA.

A mi parecer, la cinta puede verse de dos maneras: la primera, como una mirada nostálgica a las vidas de los famosos que en un parpadeo ven desaparecer sus carreras en el ocaso de sus famas (hecho bastante irónico si consideramos a los tremendos ACTORAZOS que le dan vida a nuestros losers protagonistas), y si no se conoce mucho de la familia Manson o de la infame masacre de Cielo Drive, bien pueden quedarse «hasta ahí» con la propuesta jocosa de la cinta, pero una segunda manera de verla es desde su faceta más oscura, esa que plantea un final menos trágico para los macabros hechos reales del 9 de agosto de 1969 en Cielo Drive, y sin duda uno de los episodios más duros en la historia de LA.

  • El modo en que el humor negro y la exageración se convierten en fachadas para una nueva versión de una tragedia que horrorizó al mundo es una reflexión interesante y que no por casualidad llega a las salas de cine a cincuenta años de ocurrida la masacre.
  • La ironía de apelar al tradicional «Once upon a time» en su título es una broma que no pasa desapercibida, y que termina por recordarnos que la vida de las estrellas es tan pasajera y caótica como la de cualquiera de nosotros. Las actuaciones increíbles de Leo DiCaprio, Brad Pitt y Margot Robbie refuerzan aún más el imaginario de los actores que eligen el reto de interpretar a colegas, y eso es algo bieeeeen complejo de lograr, pero que aquí termina por funcionar de maravilla.
  • En mi primer viaje a LA pasé por Cielo Drive, y debo decir que su leyenda sigue latente en una ciudad en la que /todo/ puede pasar, tanto lo bueno como lo malo, y creo que esa es una de las razones por las que seguimos contando historias que tienen como protagonista a esa ciudad de palmeras, colinas empinadas, autos clásicos y vidas rotas y soñadas en cada calle, cada atardecer, y en lo personal no puedo más que declararme una enamorada sin retorno de ella.

    ¿Podrá esta cinta escabullirse en la temporada de premios de fin de año? Quién sabe, pero de momento la invitación es a que vayan a verla subtitulada antes de que salga de cine y se permitan reírse, extrañarse, y si están familiarizados con otras cintas de Tarantino, le encontrarán mucho más sentido a la escena mid-credits, es todo lo que diré.

    Y bueno, me despido por hoy esperando que sea un festivo de mucha tranquilidad para todos y que esta semana que comienza sea maravillosa. Como siempre, los espero muy juiciosos en nuestro Twitter y Facebook para que juntos comentemos eso que vemos y leemos, las opciones son infinitas.

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    #OscarCuchurrumí Día 5: la oscura ironía de «Blackkklansman»

    ¡Hola, hola!

    ¿Cómo están en este ombligo de semana? Espero que muy bien, que todo vaya marchando y aprovechen que hoy el cine es a mitad de precio para ponerse al día con las distintas nominadas a los premios de la Academia. Mientras eso sucede, nosotros seguimos en esto que se llama #OscarCuchurrumí, reseñando las distintas nominadas al Oscar a Mejor Película, y bueno, por si se lo perdieron, les cuento que ya hemos hablado de Bohemian Rhapsody, Roma, A Star is born y Vice (pueden acceder a cada reseña haciendo click en el título de cada una).

    ¿Cuál será la cinta elegida para comentarla el día de hoy? Descubrámoslo con el tráiler:

    Pues bien, hoy seguimos en el contexto de las historias estadounidenses «incómodas» con esta película tan peculiar llamada Blackkklansman. Un primer aspecto a tener en cuenta es que es una cinta dirigida por Spike Lee y producida por el mismo equipo que nos traumó el año pasado con Get Out! . En esta ocasión, la dupla Spike Lee- Jordan Peele regresa con una historia que mantiene las denuncias de racismo y violencia a la orden del día.

    Corre el año 1979 y conoceremos a Ron Stallworth (interpretado por John David Washington), un afroamericano que desea incorporarse al cuerpo policial de Colorado Springs a pesar de que en sus filas nunca han tenido a un policía de color. El recibimiento de Ron no es el esperado y en lugar de permitirle trabajar en casos reales le asignan las labores más monótonas y aburridas, el clásico trabajo de oficina que nadie quiere hacer, pero esto cambiará en el momento en que una pista lo lleve a identificar un caso de racismo a manos del naciente Ku Klux Klan, una poderosa secta que cree en la superioridad de la raza blanca y que está lista para ganar adeptos con su discurso de redención y purificación.

    De la mano de su colega, el detective Flip Zimmerman (interpretado por Adam Driver), nuestro valiente Ron tendrá que usar toda su astucia para infiltrarse en las más altas esferas de una organización que lo odia por su color de piel, y terminaremos por ser testigos de una historia en la que el peligro, la sátira y las denuncias políticas son protagonistas. Lo más impactante de todo esto es que la cinta se basa en hechos reales, consignados en el libro Black Klansman, escrito por Ron Stallworth y publicado en 2014. 

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    Ron Stallworth (el original) con su libro y su carné de afiliación al KKK en 1979.

    Al igual que con Get Out, la tensión de la historia se va construyendo mediante un humor agudísimo, pues parte de la estrategia de la policía para seguir adelante con el caso será enviar a Flip a /interpretar/ el papel de Ron en las reuniones presenciales del KKK, y esto nos mostrará varias situaciones que rayan en lo absurdo pero que terminan por dejarnos pensando en las implicaciones de vivir en una sociedad en la que el color de piel determina el valor de una persona.

    Conforme avanza la trama conoceremos dos contextos: por una parte, tenemos el surgimiento del KKK en el pequeño y tranquilo Colorado Springs, con su discurso de «devolverle a América lo que le pertenece», y por el otro veremos la lucha de las negritudes jóvenes por validarse como ciudadanos merecedores de un trato digno, de allí que pasemos de las quemas de cruces a las protestas estudiantiles en pro del Black Power. El debate sobre el abuso de poder por parte de la policía es una constante de la historia, y tristemente es una realidad que sigue llenando los titulares de la prensa en todo el mundo, de allí que esta sea una película que en pleno 2019 sigue teniendo mucha vigencia y relevancia.

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    Adam Driver y John David Washington en sus papeles de Flip Zimmerman y Ron Stallworth.

    Algo interesante es que en ningún momento se aborda el tema del racismo desde la victimización del personaje principal. Por el contrario, el personaje de Ron es bastante audaz, ácido incluso, y ve en esta investigación policial una oportunidad no solo de demostrar que es un gran policía, sino de rebelar lo idiotas que pueden ser los líderes del KKK si se sabe cómo lidiar con ellos. Esa astucia del personaje, el modo en que logra tomar las burlas asociadas a su raza y usarlas para su beneficio es posible gracias a la actuación de John David Washington (yep, el hijo mayor de Denzel Washington), que junto a Adam Driver nos entregan la clásica fórmula de la pareja policial dispareja que termina por caernos bien y sacarnos una que otra carcajada en el proceso.

    Si bien la película tiene momentos jocosos y cómicos, no necesariamente es una película que deba tomarse a la ligera ni mucho menos. Se trata de una reflexión que entre broma y broma nos recuerda que incluso hoy siguen muriendo personas a causa de su color de piel, que la indiferencia y el silencio de algunos pueden resultar peores de nocivos que un arma cargada, y que el cine es un arte que puede denunciar y entretener en iguales proporciones, así que si desean ver una película que los deje pensando en su realidad y de paso les saque una que otra sonrisa, esta es la adecuada.

    En cuestión de categorías de los Oscar, esta película tiene un total de seis nominaciones, incluyendo Mejor Película, Mejor score original, Mejor guion adaptado, Mejor director, Mejor actor de reparto y Mejor edición. Si bien han sido muchas sus nominaciones y más bien pocas sus victorias, esta es una película que ha pisado fuerte en festivales de cine como el de Cannes, en donde ganó el Gran Premio del Jurado, así que en verdad espero que aprovechen la suerte que tenemos de poder tenerla en la cartelera local por segunda vez, que vayan a verla y luego la comentemos juntos en nuestro Facebook y Twitter.

    Y bueno, me despido por hoy deseándoles mucha paz, mucho amor, mucho cine y muchos abracitos. ¡Tal vez alguien los esté necesitando!

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    #OscarCuchurrumí Día 9: las verdades de «3 anuncios por un crimen»

    ¡Muy buenas tardes y bienvenidos al cierre de #OscarCuchurrumí en Si No Le Gusta No Lea!

    Estoy muuuuuuy feliz de haber logrado sacar adelante este reto que asumimos hace nueve días, pues sabía que todos teníamos muchas cosas en la cabeza, ya fueran del trabajo, del estudio, ¡en fin! Lo importante es que logramos llegar a esta, nuestra última reseña de las nueve nominadas a la categoría de mejor película en los Premios Oscar que se entregan esta noche, y quise dejarla para el final porque es de mis grandes favoritas de la temporada, y en definitiva es de las que repetiría con gusto si llega a ganar en muchas categorías esta noche, así que alisten sus conocimientos de insultos en idioma inglés y disfruten de esto llamado 3 anuncios por un crimen:

    Y bien, esta cinta escrita, dirigida y producida por Martin McDonagh resulta ser un experimento interesante entre la denuncia, el humor negro y el drama. Conoceremos la historia de Mildred Hayes (interpretada por la brillante Frances McDormand), una mujer que día a día lucha con el dolor que dejó la muerte de su hija Angela a manos de un asesino y violador. Frustrada por el silencio de las autoridades y la impunidad que rodea al caso de su hija, Mildred decide llevar a cabo una estrategia bien particular para comunicarle al mundo su malestar, y lo hará mediante tres vallas colocadas a las afueras de su pueblo, Ebbing, Missouri, en las que cuestiona el silencio e ineficiencia policial.

    Las acciones de Mildred llegarán a oídos de los oficiales de policía Dixon y Willoughby, (interpretados por Sam Rockwell y Woody Harrelson respectivamente), y estos policías tendrán que llegar hasta las últimas consecuencias para silenciar a la valiente Mildred, o mejor aún, resolver el caso de la muerte de su hija, en una cinta llena de insultos, verdades incómodas y amor de madre representado de forma distinta a lo que solemos ver en las salas de cine.

    La historia cuenta con varios elementos que podrían acarrearle una que otra estatuilla esta noche, como lo son la actuación de Frances por la que ya se llevó el Globo de Oro, y es que el reto de esta actriz estaba en darle vida a una mujer fuerte, decidida, pero a la vez sumida en la tristeza, la culpa y la desesperanza de tener un hogar cada vez más roto, y es de gran mérito poder ver todas estas facetas en una misma actuación, lo que demuestra el gran talento de McDormand.

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    Mildred es de esos personajes que simplemente no te pueden caer mal, llegó a manifestar un punto muy claro y no teme que nada ni nadie se interponga en ese camino. Parte de la historia consiste en esa montaña rusa emocional de necesitar un cierre, una sensación de justicia en medio de tanta injusticia, y si bien sus métodos no son los más ortodoxos, parte de la gracia de la película está en eso, en la recursividad de una madre que solo quiere que la policía haga su jodido trabajo.

    Vale la pena también hablar de la cómica e intensa actuación de Woody Harrelson, cuyo personaje nos brinda una de las grandes sorpresas de la cinta (que deben ir a cine para descubrir cuál es), e incluso, se destacan talentos juveniles como Lucas Hedges, a quien también vemos en Lady Bird y que junto a Timothée Chamalet de Call me by your name nos demuestran que lo que hay es cine para rato, y que cada día  podemos descubrir nuevos talentos en este mundo de locos del espectáculo.

    Hablando del mundo de locos en el que vivimos, ha sido tal el impacto de 3 anuncios, que un artista de Los Angeles ha decidido usar la misma estrategia de Mildred para denunciar los recientes escándalos por acosos sexual en la industria del espectáculo, y vemos aquí un caso bien interesante en el que las acciones del cine pueden volverse en su contra, e incluso, parodiar aquello que denuncian.

    No puedo predecir con certeza cuántos premios se llevará esta película que tiene siete nominaciones, incluyendo mejor película, mejor actriz, mejor actor de reparto (para Sam Rockwell y Woody Harrelson), y mejor guion original, pero sí puedo decirles que en verdad vale la pena ir a ver esta película sobre los abusos de autoridad, las dinámicas familiares actuales y el oportunismo mediático. Eso sí, háganse a la idea de que las malas palabras irán de inicio a fin, así que si se alteran mucho con unos cuantos f*ck, tal vez sea más sensato elegir alguna otra cosilla para ver, aunque por fortuna para todos, si hay una temporada con cine para todos los gustos, es precisamente esta, ¡ánimo!

    Y bien, con esto llegamos al cierre fantabuloso de lo que han sido nueve días de comedia, tragedia, suspenso, amor y denuncia, y lo que nos queda es todo un abanico de historias para vivir, sentir y pensar diferente, ¡que viva el cine y que viva #OscarCuchurrumí!

    Espero que se hayan divertido bastante en este reto que poco a poco fuimos sacando adelante, saben que en Facebook y Twitter siempre los espero para que me cuenten cuáles fueron sus películas favoritas de esta temporada de premios y cuáles fueron las que menos les gustaron, y por supuesto, allí estaremos esta noche, compartiendo juntos nuestros feels y apuestas para la noche más esperada del mundo del cine, ¡así que los espero por allá!

    Si no le gusta, no lea, y si le gusta, ¡comparta!