#OscarCuchurrumí día 1: Las arenas misteriosas de «Dune»

¡Buenas tardeeees!

Sé que deben estar sorprendidos de leerme un viernes, así casual, peeeero si han estado pendientes de nuestro Instagram y Facebook sabrán el motivo de los muuuchos post que se vienen en nuestro blog, uno tras otro, y es que por fin, luego de un año de ausencia ¡volvemos a nuestro especial de Premios de la Academia, #OscarCuchurrumí!

Si es la primera vez que me acompañan en esta aventura cinéfila, el concepto es muy simple: durante 10 días desfilarán por este espacio las reseñas de TODAS las nominadas a la categoría de Mejor Película en la edición número 94 de los Premios Oscar, que regresa de forma presencial al icónico teatro Dolby en mi amada Los Ángeles el próximo 27 de marzo.

10 días, 10 películas nominadas, ¿suena divertido, no creen?

A lo largo de los años este especial me ha llevado por historias, personajes y lugares que nunca habría visitado por voluntad propia (me acuerdo de pelis como Parasite o Get Out! y me vuelven a dar escalofríos), pero significa mucho para mí el que todos ustedes me acompañen y disfrutemos juntos de lo mejor del cine, a fin de cuentas, en la variedad está el placer.

Y bueno, quise empezar nuestra edición 2022 de #OscarCuchurrumí con una de las primeras películas que pude disfrutar de regreso en el cine, pese a las múltiples restricciones que nos ha traído la pandemia, pero por fortuna para todos (y para la industria misma), poco a poco estamos volviendo a las salas o logrando acceder a estas nominadas mediante servicios de streaming 100% legales, así que bueno, sin más preámbulos, alisten sus tanques de oxígeno, sus lentes de contacto azules y viajemos juntos a esto que se llama Dune:

Dirigida por Denis Villeneuve (a quien algunos recordarán por pelis como Arrival o Blade Runner 2049), tenemos aquí una ambiciosa propuesta por traer nuevamente a la pantalla grande la saga de Frank Herbert, quien creó un mundo taaaan complejo y bien elaborado que con el tiempo se convirtió en toda una franquicia que al día de hoy abarca juegos de rol, videojuegos, series de televisión y toda una nueva serie de novelas literarias escritas por su hijo, Brian Herbert, y por Kevin J. Anderson (si desean saber más al respecto de la saga pueden leer esta guía para explorar este universo literario en orden y sin morir en el intento ).

No es la primera vez que esta historia de lucha política entre dos poderosas familias llega al cine, ya en 1984 y bajo la dirección de David Lynch el mundo conoció al valiente Paul Atreides y su batalla por sobrevivir, y aunque en su momento la película fue considerada un fracaso en taquilla, creo que un fandom en permanente crecimiento, sumado a las ventajas tecnológicas de nuestra era y al creciente interés por la ciencia ficción en todos sus formatos (que lo digan éxitos de la cultura Geek contemporánea como The Mandalorian o Stranger Things) han permitido que se les dé una nueva oportunidad a historias como esta, considerada por muchos como una de las mejores sagas de ciencia ficción jamás creadas.

Aquí una comparación de los elencos y estéticas de las peli de 1984 y el 2021 respectivamente.

En esta ocasión, la producción apostó por informarnos desde el inicio de la cinta lo ambicioso del proyecto, ya que esta es apenas la primera parte de la historia, cuya secuela iniciará producción este año y espera llegar a salas de cine en octubre de 2023, así que entremos en materia, ¿de qué va entonces esta película?

Pues bien, en Dune conoceremos a Paul Atreides (interpretado por Timothée Chalamet), un joven heredero del clan Atreides, una familia poderosa e influyente, encargada de administrar y velar por el territorio de Arrakis, una región desértica, peligrosa pero muy codiciada por ser la principal fuente de una especia llamada Melange, de la que depende la economía y el sostenimiento de muchos clanes.

En el momento en que un golpe de estado y una amenaza de muerte se cierne sobre el clan Atreides, Paul tendrá que aprender a identificar a sus verdaderos aliados, no solo para luchar por la soberanía de su familia sobre Arrakis, sino también para demostrarle a muchas personas que tiene lo necesario para proteger a su familia y al territorio que les ha sido dado en custodia.

A lo largo de la cinta, Paul deberá explorar lo más profundo de su mente y trabajar en las habilidades necesarias para desligarse del rol de heredero mimado y convertirse en el guerrero que su padre (interpretado por Oscar Isaac) y su madre (interpretada por Rebecca Ferguson) saben que puede llegar a ser. Como suele suceder con las luchas de poder, al final del día Paul solo podrá confiar en sí mismo, y ante una ola enorme de amenazas y peligros, deberá volver a lo básico, a sus sueños y recuerdos, para encontrar en ellos la clave de su supervivencia.

Oscar Isaac, Timothée Chalamet y Rebecca Ferguson en sus respectivos roles.

¿Qué tan dispuesta está su familia a ceder en el control de Arrakis?

¿Quién es esa misteriosa mujer cuya presencia es cada vez más recurrente en la mente de Paul?

¿Qué peligros se esconden en las oscuras y profundas dunas de arena de Arrakis?

Las respuestas a estas y otras preguntas los esperan cuando vean esta cinta, ya sea si regresa a los cines por la temporada de premios o en HBO Max.

Ahora, no podemos hablar de esta peli sin responder a una duda que posiblemente tengan en este punto de nuestra reseñita, y es ¿y el rol de Zendaya qué?

Pues bien, creo que esa fue una jugada que les salió como mal al equipo de promoción de la película, ya que, sin entrar en mayores detalles, le dieron taaaaanto bombo y platillo a la participación de Zendaya en la cinta, desde el tráiler, la promoción en medios y la expectativa en redes sociales que muchos nos decepcionamos un poco al ver que, en la práctica, las escenas de su personaje (una habitante de la Duna llamada Chani) no abarcaron más de unos pocos minutos dentro de las 2 horas y 35 minutos que dura la cinta, y esa es otra de las «lecciones» que nos deja esta cinta, y es que lo que se viene es muuucho más grande y denso de lo que habríamos esperado inicialmente, así que solo nos queda confiar en que veremos más de Chani en la próxima entrega de la saga.

Más que una historia cerrada o lineal, lo que tenemos aquí es apenas un abrebocas de lo que se quiere contar, con sus enredos políticos, sociales e incluso ambientales, porque si hay algo transversal a toda esta historia es una lucha permanente por el poder y el territorio, dos elementos muy pertinentes para el contexto en que vivimos y que posiblemente resonarán en la cabeza de más de uno.

En cuestiones técnicas, no sorprende que sea en este campo en donde abundan las nominaciones de Dune al Oscar, con un total de 10 categorías:

-Mejor sonido

-Efectos visuales

-Diseño de producción

-Score original

-Edición

-Mejor película

-Maquillaje y peinado

-Diseño de vestuario

-Cinematografía

-Mejor guion adaptado.

¿Cuáles estatuillas se llevará a casa esta película de sonidos intensos, una paleta de colores cálidos que rayan en lo asfixiante y una cinematografía que en verdad merecía gozarse en la pantalla más grande posible? Solo el 27 de marzo lo sabremos, y mientras tanto, los invito a que me sigan acompañando en este especial de 10 días, ¡esto apenas comienza!

Larga vida al cine, ¡y larga vida a #OscarCuchurrumí!

Si no le gusta, no lea, y si le gusta, ¡comparta!

De regreso a Gilead: reseña de «Los testamentos» de Margaret Atwood

Hola a todos, ¡qué bien se siente volver a hablar de libros!

¿Cómo se encuentran en este miércoles con solecito y viento helado en iguales proporciones? Debo reconocer que han sido unos días algo complicados, tanto física como mentalmente, pero bueeeno, algo tiene que cambiar, algo tiene que despertar, así que mejor concentrémonos en lo que nos concierne. Libros, y su poder transformador.

El post de hoy en cierta medida retoma un poco las ideas que tenía en la cabeza por allá en 2017 cuando les hablé del libro que precede a nuestro reseñado de hoy. El cuento de la criada de Margaret Atwood fue un libro que en su momento me hizo cuestionar muchas cosas y que en cuanto se anunció la publicación de su continuación, llamada Los Testamentos, supe que tenía que leerla tan pronto como me fuera posible.

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La inevitable conexión entre ambas historias hace que, como cosa atípica en este espacio, deba cuidarme en salud y avisarles que en este post tendremos spoilers del primer libro, así que si no lo han leído o tampoco han visto la serie, me temo que será una experiencia algo confusa 😦 En verdad lo lamento, prometo volver con reseñas sin spoilers en otra ocasión 😦

spoilers

Ahora, si siguen aquí es porque, asumo, estamos en la misma página de esta historia. Que conste, fueron advertidos.

Antes de entrar en materia, recordemos algunos puntos claves para entender en dónde nos dejó el primer libro, publicado por primera vez por allá en 1985 y que, de forma bastante pertinente para nuestros locos tiempos modernos, últimamente pareciera haber regresado de forma acelerada a las estanterías, mesas de noche y clubes de lectura de muchos de nosotros:

  1. En un futuro no tan lejano, la república teocrática de Gilead ha establecido un orden social, político, religioso y cultural en el que la mujer es cosificada y según sus acciones pasadas se le asigna un rol que siempre está supeditado al hombre y al control que ejerce sobre ella. Marthas, Criadas, Jezebels, Mujeres Ilegítimas, Tías, Esposas, Perlas y Econoesposas se ven forzadas a cumplir con su rol disfrazado de compromiso con la patria y cumplimiento de la «ley divina», realizando labores en las que la esclavitud sexual, las violaciones y la humillación son el pan de cada día.61927699_867501310277135_6314841246523195392_n
  2. Offred/Defred/June es la protagonista y narradora principal del primer libro. Gracias a sus reflexiones conoceremos lo que es la vida de Criada, las violaciones a las que es sometida y su lucha por validar la independencia de su cuerpo y su feminidad en medio de una sociedad que ha prohibido todo acto de vanidad, vivencia del placer y expresión de la sensualidad.
  3. Tras fallar en el intento de que Offred quede embarazada de «su» Comandante, la esposa de este, Serena Joy, idea un plan para garantizar a toda costa que la criada quede embarazada de /alguien más/, un soldado llamado Nick, con el objetivo de tener ese bebé que tanto ha soñado. Lo que Serena no espera es que June y Nick efectivamente se enamoren.
  4. Offred/June no es la única inconforme con lo que ocurre en Gilead. Con el paso de la historia descubrirá toda una red secreta de oposición a las atrocidades del sistema, y gracias a esta red entenderá que no está sola y que su voz de revolución y odio por la sociedad que la oprime tendrá eco en muchas mujeres igual de valientes y enojadas que ella, mujeres dispuestas a tomar acción en contra de las cabezas del país y a validarse como individuos poderosos, valientes y empoderados.
  5. El libro finaliza con una embarazada June escapando hacia un futuro incierto, pero tal vez menos espantoso.

En su momento, algunas personas catalogaron a esta obra como perteneciente al género de la ciencia ficción, pero la propia Margaret Atwood prefirió decantarse por el sub-género de la ficción especulativa, que básicamente parte de sucesos históricos reales para contarnos historias que ocurren en un escenario opuesto a la realidad que conocemos, es decir, que se parte de algo posible, algo que históricamente ya ha sucedido, para llevarlo a extremos cuyos límites solo nos los da la imaginación del autor.

Lo que sucede en el mundo de Gilead en materia de inequidad, totalitarismo y dictadura tiene fuertes raíces en hechos tristemente registrados en nuestra historia. Incluso, en ocasiones nuestro presente pareciera querer tomar giros oscuros hacia Gilead. Por favor, no permitamos que esto suceda.

Ahora, tenemos aquí una pequeña encrucijada sobre cómo explorar el mundo que ha creado esta autora, y para ello quiero invitarlos a que pensemos en el todo que conforma esta ficción especulativa de Margaret Atwood. Con esto, me refiero no solo a las dos novelas, sino también a la serie de televisión que va por su tercera temporada y que ya confirmó una cuarta.

¿Por qué incluyo a la serie dentro de esta graaaaan trama? Porque, en lo personal, considero claaaaaaave que antes de leer el segundo libro se esté al día con la serie, y esto no lo digo buscando promocionar a Hulu, Paramount o quien sea que distribuya la serie en nuestro país, sino que lo hago como una lectora más, que disfrutó plenamente su lectura gracias al nutrido contexto previo que le aportó la serie.

Me explico: como tal, la serie de televisión logra darnos muchas pistas y bases de lo que será la trama de Los Testamentos, y nos ayuda a entender a varios de los personajes y situaciones con los que nos encontraremos en la novela. Ahora, no porque a mí me haya funcionado el recorrer el mundo de Gilead en este orden significa que sea ley u obligación el acercarse a la novela con el referente de la serie, tal vez sea un ejercicio igual de interesante y válido el dejarse sorprender y brincar de una del primer al segundo libro sin pasar antes por la serie. Lo dejo a criterio de cada uno <3.

Ya entrando (por fin) en materia, un primer aspecto que vale la pena destacar de Los Testamentos es la gran expansión que la autora le da al mundo de Gilead en este segundo libro. A diferencia de su antecesor, en el que teníamos a June como única narradora, nos toparemos no con una, sino con tres voces narrativas, lo que hará que la lectura sea mucho más dinámica y compleja.

Por una parte, tendremos la voz de una Tía, alguien poderoso e inmerso en las altas jerarquías de Gilead. De forma epistolar y muy cercana, casi que a manera de confesión secreta y cómplice, conoceremos los pensamientos y reflexiones de una mujer para quien la noción de justicia se transformó radicalmente con la implementación del régimen de Gilead, y que tuvo que adaptarse a los horrores cometidos a su alrededor a fin de sobrevivir, en una jugada estratégica en la que su astucia y agudeza serán sus principales aliadas.

Aunts

Manteniendo ese juego de narraciones que apelan directamente a nosotros los lectores, en la novela conoceremos también el testimonio de Agnes, una joven que creció en el régimen como hija adoptiva de la familia de un Comandante. Las preguntas por su pasado, así como el llamado a formarse como una futura Esposa ejemplar son algunos de los temas en que se centran los capítulos que compartiremos con este personaje.

A propósito del personaje de Agnes, quisiera destacar una faceta que en su momento no conocimos a profundidad en el Gilead del primer libro, y es la de esos niños y niñas que pasaron de unos brazos a otros y que crecieron al amparo del régimen. Ser niño es casi tan duro como ser mujer en Gilead, en la medida de que el adoctrinamiento es radical desde muy temprana edad: se crece celebrando y tomando parte activa de ese sistema social, de allí que para esas jóvenes que crecieron «del otro lado» del sistema sea «natural» tener una criada o una Martha en sus casas, o sea lógico que al llegar a determinada edad sean las Tías quienes elijan a los candidatos adecuados para ser sus futuros esposos.

Offred

Por último, pero en definitiva no menos importante, tenemos a Daisy, una joven canadiense que ha conocido los desastres ocurridos en Gilead gracias a lo poco o mucho que transmiten los medios de comunicación de su país, y que nos invita a preguntarnos por la postura internacional respecto a Gilead: ¿Dónde están los otros países mientras que en Gilead se viola y mata de forma sistemática? ¿Aplica aquí el viejo refrán de «el que calla otorga»? ¿Será que en ese futuro apocalíptico ya no existen entidades como la ONU o las ONG de Derechos Humanos?

El papel de Daisy y de distintos activistas canadienses fue sin duda de los elementos que más me gustó de este segundo libro que tanto nos deja pensando en nuestra propia realidad, pues al igual que en otras historias distópicas, nos pone frente a un espejo para reflexionar sobre lo sensibles o insensibles que podemos ser ante el dolor ajeno y la injusticia. ¿Será que hemos interiorizado algunas conductas machistas o clasistas sin siquiera habernos dado cuenta? ¿Qué tanto de esa nación teocrática radical y cerrada estamos viviendo actualmente en estos días de paro y cacerolazo? Cada uno responderá a su manera…

Sin título

Siendo fiel al estilo narrativo del primer libro, Los Testamentos mantiene ese carácter testimonial y epistolar, en el que cada capítulo se convierte en un intento por entender lo que ocurrió en Gilead, por documentar esos sucesos y apelar a la empatía del lector para invitarlo a que por unas cuantas páginas se ponga en los zapatos de una tía, de una futura esposa de Gilead, ¿o por qué no? en las botas de una rebelde que desde su postura de extranjera desea poder hacer algo por ese país caótico que conoció por la televisión y que de alguna extraña manera pareciera haberse metido en su cabeza.

La autora logra darle identidad y autonomía a cada personaje mediante sutiles cambios en el lenguaje, en las expresiones de cada narradora, y desde la primera página será necesario estar atentos a esas pequeñas claves que nos ayudarán a entender por qué se dio ese cambio de voces narrativas, por qué pasó tanto tiempo entre una historia y otra y por qué están ocurriendo tantas cosas en simultánea que hacen que necesitemos esa variedad de miradas para no dejar nada por fuera.

Efectivamente, la historia de estas tres mujeres termina por impactarnos y dejarnos con una gran cantidad de preguntas, y eso es algo para lo que no estaba preparada. Tal vez, en un acto de ingenuidad, creía que al leer Los Testamentos me encontraría con multitud de respuestas o cierres «redonditos» para muchos de los interrogantes que en su momento me plantearon El cuento de la criada y la serie, pero lo cierto es que muy al estilo de Margaret Atwood, la intención de la obra no es dar una conclusión plenamente cerrada y concreta, o atar cabos en exceso y sin dejar nada a la imaginación del lector. Por el contrario, Los Testamentos es un libro que complejiza aún más ese sistema de inequidad, violencia y rabia contenida, pero sin dejar de lado ese llamado a tener esperanza, a permanecer firmes por aquello en lo que se cree y a abrazar con orgullo, valentía y libertad nuestras convicciones.

Esta es una historia que incomoda, que sorprende, que sacude lo que podíamos creer como «obvio» o «verdadero» en el mundo de Gilead. Es un libro para no soltar, para enojarse, para querer arrojárselo a alguien a la cabeza, y no porque sea malo (todo lo contrario, es una historia muy bien escrita en la que cada imagen y cada título de capítulo aportan sentido), y precisamente por eso, llegará un punto en el que será inevitable decir «CA RA JO» o su insulto de preferencia.

¿Qué podemos esperar después de Los Testamentos? Ese es un interrogante bieeeen complejo, supongo que una opción sería abordar la trama desde la serie de televisión, a fin de cuentas, siento que hay insumos de sobra para seguir explorando las muchas historias que iniciaron en esta secuela y que podrían funcionar con el elenco y locaciones de la serie. También está la posibilidad más «remota» del asunto, y es que se siga escribiendo esta historia y lleguen más libros a nuestras ya nutridas bibliotecas (Dios bendiga la salud de Madama Atwood, ¡acaba de cumplir 80 años!), amanecerá y veremos.

En lo personal no puedo más que agradecer el haberme dado la oportunidad de leer a esta autora que sin duda se instaló en lo más alto de mi top personal, y hablando de esta talentosa mujer, OH SORPRESA, estará en el Hay Festival de Cartagena en enero-febrero del 2020, ¡qué lujo, qué sueño hecho realidad!

Menos criadas, más Daisies. Menos capas rojas, más manos al aire.

Y bueno, me despido por hoy deseándoles mucha serenidad para permanecer firmes en aquello en lo que crean, en aquello que haga latir sus corazones y sientan que es lo correcto, así no siempre sea lo más fácil de hacer o seguir. Como siempre, los espero también en mi Twitter, Facebook e Instagram para seguir esta conversación, ¡esto es de todos!

Si no le gusta, no lea, y si le gusta, ¡comparta!

PD: Esta va por ti, Dilan. Nos dejas demasiado pronto.

Corre una última vez: reseña de «Maze Runner- La cura mortal»

¡Muy buenas tardes, queridos lectores de Si no le gusta no lea!

¿Cómo los trata la vida? Espero que muy bien y que ya estemos preparados para despedir un mes eteeeeerno como lo ha sido enero, que además resultó pesadísimo para las finanzas y para retomar la rutina, así que bueno ¡actitud, actitud!

Mi fin de semana estuvo llenito de cine, pero no pienso saturarlos, asi que no se sorprendan demasiado si esta semana tenemos algo de desorden e incluso más de un post de cine, ¡pero creo que valdrá la pena!

Luego de mucho pensarlo, decidí empezar nuestra semana con la reseña de esta película, que si bien no tiene nada que ver con la temporada de premios cinematográficos, sí venía esperándola hace bastante, así que alisten sus zapatos de correr y prepárense para volver al mundo de Maze Runner en esto que se llama «La Cura Mortal»:

Y bien, si han seguido de cerca nuestro Facebook estos días, pudieron notar que hace unas semanitas habíamos empezado el #CaminoACuraMortal, viendo juntos las dos primeras entregas de la saga, comentándolas en vivo, y es que algo que debemos tener en cuenta con esta saga es que, desde la segunda entrega (Prueba de Fuego) sabíamos que habría cambios sustanciales en relación al libro, así que por eso decidimos ver las películas en lugar de repetirnos el libro (que por cierto, es excelente).

En esta última entrega (que agradezco en el alma que no hayan alargado innecesariamente como venía de ser la moda en otras sagas recientes), nos uniremos por última vez a Thomas, Newt, Brenda, Frypan y Jorge en su búsqueda por rescatar a Minho y a otros inmunes del Grupo B de las garras de CRUEL, la maquiavélica corporación encargada de desarrollar una cura para la enfermedad de La Llamarada, una pandemia que amenaza con destruir al mundo entero tras convertir a muchos de sus habitantes en una especie de zombies llamados Cranks, de quienes empezamos a escuchar al final de la primera película y los conocimos a full en su continuación. Yo por mi parte, salté MUCHO.

En su búsqueda por derrotar de una vez por todas a CRUEL, Thomas (interpretado por nuestro querido Dylan O’Brien) tendrá que aprender a vivir con el hecho de que Teresa (Kaya Scodelario)  lo haya traicionado, y si bien esta saga nunca le ha dado particular relevancia a los hechos románticos, no puedo negar que su desenlace nos da uno que otro momento para poner a saltar el corazón, y es que como buena distopía, no podemos negar que el amor y la esperanza son claves para sobrevivir a un mundo ardiendo. Literalmente.

Paralelos a estos conflictos emocionales de Thomas, veremos lo dividido que está el mundo entre los enfermos de La Llamarada y los protegidos de CRUEL, para quienes la búsqueda de una cura definitiva puede significar la salvación o extinción de la especie humana. Es interesante el dilema, pues la muerte de unos cuantos puede suponer la salvación de todos, ¿pero y si hay otros caminos? A diferencia del libro, en el que Teresa no está tan presente, aquí la veremos creer en la Cura con total convicción, y acallar sus emociones con tal de buscar el bien para la mayoría. ¿Servirá de algo que haya entregado a CRUEL a sus amigos? Solo viendo la película lo sabrán.

En sus buenas dos horas y veinte minutos de trama, esta cinta dirigida por Wes Ball nos ofrece la acción y susticos propios de sus antecesoras, con el bonus de un final que logra satisfacer a muchos de sus fans si se ve  como un producto cinematográfico con libertades creativas distintas al libro, es decir, que la clave para entender la cinta está en no esperar una adaptación 100% fiel a la novela en que se basó, pues si lo hacen, lo más posible es que salgan algo desinflados del cine, así que mi principal consejo es que se la gocen como una saga cinematográfica y ya está.

Volviendo con Tommy y sus amigos, este viaje entre las ciudades en ruinas y las lujosas calles al interior de CRUEL los llevarán por una aventura en la que no habrá espacio para el miedo, y deberán jugarse el todo por el todo, así sus vidas dependan de ello. ¿Quiénes sobrevivirán a este último laberinto? ¿Quiénes harán el sacrificio mayor? Solo en el cine encontrarán las respuestas a estas y muchas otras preguntas.

En definitiva, puedo decir que este desenlace se permite explotar cosas que en el libro quedaron algo sueltas, pero también deja sin respuesta muchas otras, eso sí, sin llegar a dar cabida a una posible continuación (creo que eso ya sería forzar un poco la historia), y lo cierto es que no sé el giro que podría dar esta saga bajo el control de Disney tras la compra de Fox. Mejor quedarnos quieticos…

La invitación es a que vayan a su sala de cine más cercana y completen la saga, a que lleven pañuelitos y se preparen para decirle adiós a muchos personajes y llevarlos por siempre en el corazón, pues aunque es muy duro saber que no volveremos a recibir nuevas películas, o a ver a todo este genial grupo de Dylan, Kaya, Thomas Brodie-Sangster, Ki Hong Lee y Rosa Salazar hacer su magia, en el fondo sabemos que las buenas historias como esta se quedan con nosotros en DVDs que podemos ver un domingo lluvioso en nuestras cobijas, o en una saga de libros que realmente vale la pena tener en nuestras bibliotecas. O al menos, yo amo tenerla.

No está de más recordarles que en Twitter y Facebook los leo 24/7, así que anímense a pasar por ahí y a contarme cómo les pareció este cierre de saga, ¡no sean Shanks!

Si no le gusta, no lea, y si le gusta, ¡comparta!

Metaficciones y vestidos rojos: por qué es importante y necesario leer “El cuento de la criada”

¡Muy buenas noches a todos (¿y todas?)!

¿Cómo se encuentran en este jueves que va terminando? Espero que el tráfico no haya sido tan complicado, que entre cosa y cosa la semana vaya como bien y que poco a poco vayamos encontrando un poco de paz y tranquilidad en medio del caos de “se va a acabar el año y no hemos hecho mayor cosa con nuestras vidas”, meeeeeeh.

Pasando a los temas que nos interesan, hoy quisiera hablarles de un libro que me recomendaron muchísimo, y que compré en cuanto tuve la oportunidad, se llama The Handmaid’s Tale, que en español se conoce como El cuento de la criada y en Colombia lo encuentran disponible gracias a Editorial Océano Colombia.

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No es la primera vez que hablamos de relatos distópicos por aquí, pero ciertamente este fue un libro que me marcó, así que hablemos un poquito de las razones que me llevaron a querer recomendárselo a todos ustedes en esta noche decembrina. ¿Preparados? Comenzamos.

1) Un escenario escalofriantemente posible

Ambientada en lo que solía ser Cambridge, esta novela de la autora canadiense Margaret Atwood nos habla del modo en que los Estados Unidos han colapsado tras una serie de ataques terroristas presuntamente islámicos, que tras generar caos colectivo,  desencadenan ciertos cambios sociales y políticos que terminan en el establecimiento de la república de Gilead.

Como parte de este nuevo sistema, y en respuesta a una gran epidemia de esterilidad, el rol de la mujer y lo que puede o no hacer se transforma drásticamente, hasta llegar a un punto en que los empleos o cosas como el dinero y las cuentas bancarias ya no son para ellas. Ahora, lo realmente importante es lo de adentro: Gilead necesita una población que controlar, de ahí que la clave de la supervivencia esté en la fertilidad de unas pocas.

Quienes son fértiles, reciben el nombre de Criadas, y tras arrebatarles sus propiedades, sus familias y su dinero, deben entrar a servir a distintos hogares de familias que son muy adineradas pero que tristemente son estériles. Dichos hogares son liderados por un Comandante y su esposa, y ambos reciben a la Criada como una «mediadora sexual», pues en una Ceremonia que se realiza cada mes, la Criada debe tener relaciones con el Comandante, mientras a su vez sostiene las manos de su esposa, como un símbolo de unión carnal en la que la esposa y la Criada son una.

Esta especie de triángulo por obligación hace parte del «compromiso» que tienen ahora las Criadas para con la sociedad y la religión oficial de Gilead: procrear a toda costa.

Lo curioso de todo esto, es que es con la adaptación televisiva de la novela (producida por hulu y actual nominada en varias categorías a los Globos de Oro), se hace aun más evidente esa especie de carácter «profético» de la narrativa de la autora, que nos plantea una inquietud muy concreta: ¿qué tan lejos estamos de un escenario como este, en el que el miedo se usa para censurar y coartar las libertades a los seres humanos, y particularmente de las mujeres? Ahí les dejo la inquietud…

2) Una voz en medio de susurros

Offred es la Criada protagonista de la novela. Su nombre deriva del inglés «Of Fred», es decir «De Fred», y vemos aquí lo complejo de ser una Criada, pues no solo se pierde el control sobre el cuerpo, sino también sobre la identidad. Tu nombre te lo da el nombre del Comandante al que perteneces, y de esta manera, la trama se hace cada vez más y más oscura, pues veremos que este sistema de control es invasivo a niveles francamente escalofriantes, y esa angustia, esa sensación de ansiedad está muy bien lograda gracias al buen uso del lenguaje que hace la autora para describir el mundo de Gilead a ojos de Offred, y es que ciertamente, la primera persona y ese carácter testimonial de la obra solo le da puntos y puntos a favor.

Volviendo con Offred, Desde el inicio, ella apela a nosotros, los lectores que decidimos escuchar lo que sea que ella tenga para decir, con independencia de si la suya es una historia agradable de contar o no. De hecho, conforme avanza la lectura, podemos notar que a la propia Offred le cuesta hablar del tema, admitir ciertas acciones o errores que ahora son cosa del pasado pero que siguen atormentándola, y seremos testigos del debate entre querer seguir adelante y sobrevivir  a como dé lugar en oposición al deseo ferviente de no olvidar su identidad verdadera, la de la mujer que tenía un nombre, una familia, una vida antes de convertirse en un simple objeto para ser embarazado.

De las Criadas se espera obediencia, sumisión total, silencio, y Offred será esa voz que nos demuestre que, más allá de los recatados e incómodos vestidos y cofias que deben usar las Criadas, se esconden los susurros de dolor, rabia y frustración, que cuando menos se espere, habrán de explotar. ¿Lograrán su cometido? Solo leyendo el libro lo sabrán.

Offred, una mujer ya entrada en sus treintas, es un personaje que me distanció del estereotipo de heroína juvenil distópica del que tanto suelo leer y hablar, y para mí fue muy interesante poder estar en sus zapatos (cosa que NUNCA quisiera que me pasara por cierto), pero esa madurez, ese recorrido de vida que tiene Offred nos lleva a ver el mundo con la angustia de alguien que ya ha pasado por demasiadas cosas, y la duda de quien no sabe cuánto más le quede a su organismo para serle «útil» al gobierno de turno, y es que cuando la lucha por la supervivencia recae en tus ovarios, decir que vives estresada es poco.

3) Una historia dentro de otra

Pese a haberse publicado en 1985, curiosamente de un tiempo para acá El cuento de la criada pareciera estar en boca (y estanterías) de muchos, como ocurrió con 1984 en vísperas de las elecciones presidenciales en Estados Unidos el año pasado, y si bien parte de ese mérito puede recaer en la brillante serie de televisión (que por cierto, voy en el capítulo 6 de 10), otro aspecto interesantísimo es el maravilloso trabajo que ha hecho Margaret Atwood al construir no solo un sistema totalitario creíble y terrorífico en iguales proporciones, sino que dentro del propio libro nos brinda herramientas para «validar» la historia de Offred, para «creer» que su relato es real, que efectivamente pasó, y lo logra gracias a un ejercicio genial de metaficción (entendiendo al término como una ficción que está escrita o se cita dentro de otra ficción, como lo hizo J. K Rowling con Animales Fantásticos por ejemplo, pues es la historia de un libro inmerso y referenciado /dentro/ del mundo de Potter. En resumidas cuentas, y con peligro de que mis profesores me golpeen en la cabeza por simplista, resumiría diciendo que la metaficción es algo como el Inception de la literatura, pues se apela a la pregunta de qué es o no es real dentro de un texto).

Sin ponerme muy técnica al respecto,  y sin dañarles la novela ni mucho menos, puedo decirles que la autora tiene un juego bien complejo al final del libro, así que cuando lleguen al apartado llamado «Notas históricas», prepárense para que sus lindas cabecitas hagan BOOM. Al menos, la mía lo hizo.

En definitiva, todos deberíamos leer El cuento de la criada para entender que:

  1. La distopía no es un género casado únicamente con protagonistas de 17 años, Winston y Julia de 1984 apoyan mi punto.
  2. No necesariamente las distopías suponen naves espaciales, clones o bombas. Precisamente, el sistema totalitario de Gilead recurre a la cosificación de la mujer al no dar con alternativas tecnológicas a la epidemia de esterilidad.
  3. En medio de escándalos por abuso sexual tanto en la industria del cine como de la televisión, resulta necesario hablar de empoderamiento femenino y de igualdad de condiciones, de romper por fin el estigma del «sexo débil».
  4. Hay lecturas que, pese a ser dolorosas y en cierta medida perturbadoras, no por ello deben dejarse de lado. Tal vez, si se denuncian a tiempo, estas realidades no lleguen a pasar jamás.

Y bieeeeen, espero que se hayan divertido y aprendido un poquito en este recorrido por una novela que promete dejar una que otra idea alarmante en las mentes de quienes las leen, y si se animan a darle una oportunidad y a ver la serie, con muchísimo gusto los espero en Facebook y Twitter para comentarla.

Muchos éxitos en sus compritas navideñas 🙂

Si no le gusta, no lea, y si le gusta, ¡comparta!

PD: Nolite te bastardes carborundorum 😉