¡La FilBo vuelve! Reseña de «Almendra», mi recomendado juvenil del país invitado de honor

¡Buenos y helados días!

¿Cómo se encuentran en esta mañana de ombligo de semana? Sé que no es fácil retomar la rutina luego del descansito de Semana Santa, pero tenemos una motivación enorme para dar lo mejor en nuestros respectivos empleos, y es que por fiiiin, luego de tres años de distancia, incertidumbre y miedo, vuelve mi evento favorito del año, ¡vuelve la FilBo, carajo!

No encuentro las palabras para expresar lo que sentí hace dos días cuando me acerqué a Corferias para reclamar mi escarapela de prensa, y ver de nuevo el ajetreo del montaje, el color de cada stand y la esperanza de una industria que sigue recuperándose de los estragos de la pandemia me llenó de nostalgia y emoción en iguales proporciones, pues es la primera vez en 9 años en que voy a la FilBo full como medio oficial, y no como integrante del equipo de alguno de los expositores.

A pesar de la tristeza que me genera el no tener un empleo full estable con ninguna editorial, no puedo negar que también me emociona mucho poder contar con total libertad para asistir a cuanto evento, charla y firma quiera, algo que no pude hacer durante todos esos años trabajando en los stands de mis antiguas editoriales, y que ahora me permitirá traerles muuucho contenido FilBo, no solo aquí en nuestro blog sino también en nuestro Facebook e Instagram, así que espero verlos muy conectaditos por ahí.

A propósito de este esperado regreso de la Feria Internacional del Libro de Bogotá, un tema en boca de muchos es el país invitado de honor, una nación con una cultura fascinante y que de un tiempo para acá viene de tener a muchísimas personas interesadas por conocer más de su apuesta para esta Feria, se trata de la República de Corea, que bajo el lema «Convivencia» nos invita a explorar su pabellón, y por supuesto, su literatura.

Como suelo hacer antes del inicio de cada FilBo, busqué alguillo para leer del país invitado de honor, y me dio mucha alegría toparme con el libro del que vengo a hablarles el día de hoy, no solo por lo impactada que quedé tras su lectura, sino por la curiosidad que despertó en mí, se trata de Almendra, de la autora surcoreana Won-pyun Sohn.

El libro recibió el Premio de los libreros de Japón en el año 2020.

Licenciada en Estudios Sociales y Filosofía, así como en Dirección de Cine, la pluma de esta autora se caracteriza por ser tremendamente visual, sin temor a la crudeza y a la más profunda belleza que solemos encontrar en muchas escenas de cine, y ese talento para narrar de forma fluida y visual se verá full plasmado en nuestra historia de hoy, así que para dinamizar un poco las cosas, en lugar de subtítulos «regulares», elegí algunas de mis frases favoritas del libro. ¡Empecemos!

«¿Crees que podré hacer que los demás me entiendan, a pesar de no ser capaz de entenderme?»

El libro, editado por Gran Travesía y distribuido en Colombia por Editorial Océano, nos presenta la historia de Yunjae, un niño que nació con alexitimia, una enfermedad que afecta a la amígdala cerebral, esa misteriosa parte de nuestro cerebro que procesa las emociones, (algo así como el equivalente científico del centro de control de emociones que vimos en IntensaMente). Debido a esta enfermedad, Yunjae no puede experimentar o identificar con claridad las emociones frecuentes en niños de su edad, y su incapacidad para expresar alegría, tristeza o rabia generará un sinfín de conflictos y desafíos en su vida escolar. Siendo así las cosas, nosotros como lectores tendremos el complejísimo reto de buscar entender e imaginar cómo sería la vida sin una sonrisa, una lágrima o el poder de un abrazo.

Por fortuna para nuestro protagonista, su madre y su abuela lo acompañan desde el primer momento en que descubren que algo pasa con su adorado hijo-nieto, y ese apoyo femenino será clave para que los años de infancia de Yunjae no pasen desapercibidos en medio del bullying del que suele ser víctima en su colegio y de la angustia que supone recibir un diagnóstico que, en esencia, te augura una vida todo menos «normal».

«Los libros me llevaban a lugares a los que nunca podría ir de otra manera».

Luego de una tragedia que pareciera condenar a Yunjae a una vida en soledad y sin la protección de las mujeres más fuertes de su familia, encontrará su principal refugio y motivación en la librería de libros leídos de su mamá. En medio del dolor, la adversidad y la incertidumbre de nunca llegar a conocerse del todo, los libros serán el camino que Yunjae eligirá para buscar entender y vivir esas emociones que sabe que no puede sentir, pero que tal vez pueda abrazar desde los ojos del otro, de esos personajes que llegan a su vida sin importarles en absoluto su enfermedad, su pérdida o lo que sea que pasa en su mente. Esta reflexión sobre el poder de consuelo y compañía que nos ofrece la lectura fue sin duda de las cosas más bonitas que encontré en este libro, y una de las principales razones por las que quise reseñarlo para ustedes.

«Aunque esto suene ridículo, al final te encontrarás con las personas que estás destinado a conocer».

Esta frase del libro resulta especialmente poderosa cuando un Yunjae ya adolescente conoce a Gon, un joven conflictivo, temperamental e impulsivo, quien también ha sido víctima del rechazo y estigma de sus compañeros de clase. Polos opuestos, pero igualmente «distintos» a ojos de los demás, el surgimiento de la amistad de Yunjae y Gon será la columna vertebral de este libro sobre la amistad, la empatía y lo inesperada que puede ser la vida por mucho que intentemos controlarla, y es que, al final del día, lo que tenemos aquí es a un grupo de adolescentes que intenta entender lo que sucede en su mente y encontrar su lugar en el mundo, y creo que ese viaje de auto-conocernos y descubrir quiénes somos y a dónde queremos llegar en la vida es una experiencia por la que todos hemos pasado y con la que de seguro conectarán si se animan a leer esta novela.

«Eres básicamente un lienzo en blanco. Mejor píntalo con cosas buenas que con cosas malas».

Claramente no pienso decirles si el libro tiene un final triste o feliz, ni el propio Yunjae estaría de acuerdo con ello, pero lo que sí quiero compartir con ustedes es una invitación a acercarse a este libro con un corazón muuuuuy abierto, con un estado anímico tranquilo y sin obligarse a leerlo «de una sola sentada», pues lo que tenemos aquí es una narrativa muy emocional, dolorosa incluso, y a veces es necesario parar, tomarse un poquito de agua y recordarnos que eso que estamos sintiendo es precisamente el poder de la literatura, el hacernos sentir cosas así no siempre estemos cómodos con ellas, y es que ¿No funciona así la vida? ¿Con altos y bajos? Y este libro es un fiel reflejo de ello.

Me despido por hoy invitándolos a que volvamos a FilBo con emoción, con todos los cuidados del caso y siguiendo al pie de la letra las recomendaciones de autocuidado que nos indiquen en el recinto ferial, el esfuerzo y la apuesta de volver a la presencialidad son enormes y entre todos podemos ayudar a que ese gremio tan golpeado por la pandemia (se los dice alguien que perdió su empleo producto de todo esto) pueda respirar y mantenerse a flote, ¡vamos con toda!

Espero verlos en la Feria, ya quiero que me cuenten sus hallazgos y próximas lecturas, ¡todo va a estar bien!

Si no le gusta, no lea, y si le gusta, ¡comparta!

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