#OscarCuchurrumí día 8: los ecos narrativos de «CODA»

¡Buenos díaaaaas!

Bienvenidos a este viernes de música, viernes de sueños hechos realidad, ¡viernes de ESTÉREO PICNIIIIIIC!

Por 3 años he esperado el regreso de este festival, y me emociona muchísimo poder volver a ese espacio de música, libertad y arte en todo su esplendor, así que no se sorprendan si las siguientes reseñas de nuestro especial se publican en horas de la mañana, pues en esencia, organizo todo, les pongo la reseñita y salgo pitada, sorry not sorry

La peli de la que vengo a hablarles el día de hoy es de esas que requirió algo de tiempo para elegir las palabras adecuadas y medianamente neutrales para poder presentársela a todos ustedes, pero yaaaa verán a qué me refiero, así que sin más introducciones, vamos de lleno con esto que se llama CODA/ CODA: Los sonidos del silencio:

Y bueno. Como les decía, la reseña de hoy fue de esas que me hizo cuestionarme mi disciplina y compromiso con nuestro especial de #OscarCuchurrumí, a fin de cuentas, la premisa es clara, reseñar toooodas las nominadas al Oscar a Mejor película, y por lo general siempre hay un par de cintas que cada año me hacen sufrir un poco, pero en esta ocasión, más que «sufrir», mi malestar con esta cinta derivó de un conflicto del que, creo, no se ha hablado lo suficiente, y es que más que ser algo original o novedoso, nuestra peli de hoy es el remake de una peli francesa, relativamente reciente y que no recibió la mitad de elogios, nominaciones y mucho menos premios.

La película «original» a la que me refiero es La Familia Bélier, del año 2014, cinta francesa que incluso les reseñé aquí en nuestro blog por alláaaaa en 2015 (es hasta divertido volver a mis post de hace tantos años), y cuya historia regresa a esta temporada de premios cinematográficos con lo que algunos críticos han llamado «su versión mejorada», bajo el nombre de CODA (por sus siglas en inglés Child Of Deaf Adults/ hijo de adultos sordos).

CODA se estrenó en el Festival de cine de Sundance en 2021, en donde fue aclamada por la audiencia y aseguró un jugoso contrato de distribución con Apple TV+ (en el caso de Colombia, la cinta alcanzó a estar en cartelera por un brevísimo periodo de tiempo a finales de 2021, y volvió a nosotros vía Amazon Prime). Uno de los productores de la versión francesa tenía los derechos cinematográficos para un remake, y el proyecto se puso en marcha, esta vez en inglés: el director Sian Heder aprendió lengua de señas americana mientras trabajaba en el guion, pues el 40% de la historia se desarrolla en esta lengua, y realizó un extenso proceso de selección de quienes darían vida a los Rossi, la familia centro de la trama, con ayuda del Deaf West Theatre de Los Ángeles.

Troy Kotsur fue seleccionado para interpretar a Frank Rossi, el papá de la protagonista, Daniel Durant por su parte daría vida a Leo Rossi, el hermano mayor de la protagonista, y Marlee Matlin a Jackie Rossi, su mamá. En el caso de Ruby Rossi, la única persona con capacidad auditiva de la familia, el papel es interpretado por Emilia Jones, quien estudió lengua señas durante varios meses antes de empezar la producción.

Marlee Matlin, Daniel Durant, Emilia Jones y Troy Kotsu en sus roles de la familia Rossi.

Creo que aquí es en donde comienza a marcarse cierta distancia de los Bélier, pues el elenco de CODA ha logrado cosas increíbles, como por ejemplo, ser las primeras personas en condición de discapacidad en recibir una nominación al Globo de Oro en la categoría de Mejor reparto, algo importantísimo en aras de la inclusión de toda clase de talentos en el mundo del cine, cosa que celebro bastante.

El elenco también tuvo una noche de victorias en los Premios del Sindicato de actores, en donde ganaron en las categorías de Mejor reparto y Mejor actor de reparto.

En cuestión de la trama, la historia no difiere taaaanto como una esperaría de una «reinvención» de la cinta francesa: conoceremos a Ruby, una adolescente CODA que vive junto a su familia en Gloucester, Massachusetts. Sus días inician de madrugada cuando ella, su papá y su hermano se embarcan en el bote de pesca familiar y de allí se va a clases a un colegio en donde no le faltan las burlas de algunos compañeros por la condición de discapacidad de su familia y el oficio al que se dedican. En medio de esta rutina, y en una decisión algo impulsiva, Ruby decide anotarse al coro de la escuela, en donde su maestro, el señor Villalobos (interpretado por Eugenio Derbez, quien creo que es un «gancho» clave para la difusión y acogida de la cinta), descubrirá que tiene ante sí a una alumna con una voz maravillosa, y la animará a audicionar para una beca de música en una prestigiosa universidad.

Ruby tendrá que buscar un equilibrio entre sus sueños a futuro y el rol que desempeña en su familia, a fin de cuentas, su capacidad auditiva es clave para el adecuado funcionamiento del negocio de pesca de los Rossi, así como para poder comunicarse con el resto de su comunidad, y solo viendo la película podrán saber el desenlace de este debate, o bueno, si vieron a los Bélier también sabrán qué sucede, pues en esencia el final de la historia es casi que el mismo.

La historia resulta emotiva, toda una declaración en pro de la inclusión y la empatía por personas que ven y habitan el mundo de un modo distinto al nuestro, y si no se han visto la versión francesa, bien podrán disfrutar de esta cinta con muchísima emoción, algunas risas y sentimiento. Ahora, si les pasa como a mí, que todavía tengo la versión francesa medio fresquita en la mente, es posible que se sientan como en un eterno déjà vu, y es posible que el encanto de la historia se pierda un poco en ese divague entre identificar lo que quedó muy parecido a la versión francesa y lo nuevo que se incluyó, o al menos, así me pasó.

A propósito de esta encrucijada que sentí mientras veía CODA, creo que es válido preguntarnos el porqué de un remake taaaan encima de su original, a fin de cuentas, apenas habían pasado 6-7 años desde la versión francesa, ¿o será que ya estamos acostumbrados a dejar pasar décadas enteras antes de intentar volver a todo tipo de historias? ¿Qué «leyes» dictaminan el cuándo es el momento «oportuno» para hacer un remake? Muchas preguntas y pocas respuestas, pero si quieren comentar algo al respecto, siempre pueden hacerlo en nuestro Facebook o Instagram.

En materia de nominaciones, CODA llega a la ceremonia del próximo domingo con un total de tres:

-Mejor película

-Mejor actor de reparto para Troy Kotsur

-Mejor guion adaptado

Si apelamos a su puntaje en IMDB, mucho más alto que otras de las nominadas que han desfilado por nuestro especial, no me sorprendería en lo más mínimo que esta peli diera la sorpresa de la noche y se llevara el premio a Mejor película, a fin de cuentas, tiene su toque de inclusión, emotividad y variedad. Ahora, que por qué esta historia recibió tantos elogios en su versión anglo y no en su francés original vuelve a abrir el debate de los límites de la Academia para celebrar el cine en TODOS los idiomas, un temita bien espinoso, al que todavía le falta muuucho camino por recorrer y que nos plantea una conversación que debemos seguir teniendo.

Mientras tanto, la invitación es a que sigamos construyendo nuestro criterio y objetividad cinematográficos, creo que esta temporada de premios nos ha planteado ciertos debates bien interesantes y todo lo que podamos aprender unos de otros es más que bienvenido, ¡así que pa’lante!

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#OscarCuchurrumí día 7: el partido de la vida de «King Richard»

¡Buenas y heladas tardes!

Marzo como de costumbre nos tiene buscando un saquito o cobijita extra para lidiar con estos días medio soleados, medio aguados, peeeero lo importante es que aquí seguimos, que cada vez estamos más cerca de la ceremonia de los Premios Oscar, y sobre todo, el que estén hoy aquí, leyendo estas palabras, significa muchísimo para mí, así que bueno, haré lo posible por darles un buen rato.

Hemos pasado por pelis de ciencia ficción, drama, romance y música, y hoy llega el turno para una especie de biopic de esas que tanto le gustan a la Academia, una historia inspiradora, humana y que de seguro resonará en las mentes de muchos, pues nos lleva al contexto de uno de los deportes más queridos y celebrados del mundo, así que alisten sus raquetas de tennis, sus gafas de sol y disfruten de esto que se llama King Richard/ Rey Richard, una familia ganadora:

Y bien, tenemos aquí una de esas pelis que, aunque no creo que sea LA mejor actuación de Will Smith, reúne suficientes elementos interesantes para que esté en boca de muchos y reúna un total de 6 nominaciones al Oscar, así que empecemos hablando de la historia en general:

Richard Williams (interpretado por Will Smith), es un hombre humilde y devoto a su familia, que desde muy temprana edad decide apostarlo todo por la formación y preparación de sus hijas Venus y Serena (interpretadas por Saniyya Sidney y Demi Singleton respectivamente), como potenciales jugadoras de tennis profesional.

A lo largo de 2 horas y 24 minutos de película (que ya está disponible en HBO Max) veremos el modo en que, más que enfocarse en las hermanas Williams, la trama se centra en la figura de su padre, en sus impulsos de ira, su terquedad que casi siempre terminaba por jugar a su favor, y en sus métodos de entrenamiento y de «negociación» con scouts deportivos y medios de comunicación, que entre exigentes y precisos, serían tan solo el comienzo de dos de las carreras deportivas más impresionantes de la historia del tennis femenino, a fin de cuentas, ¿quién no se emociona ante la mención de Venus y Serena, o mejor, al verlas jugar?

Will Smith en su rol.

Este anhelo de éxito, de lograr un futuro tal y como lo planeó, no sin ciertas dosis de drama y rencillas familiares de por medio, será posible gracias a un Will Smith que toma el papel de esta figura paterna dura, con un pasado complejo, hasta abrazarlo y cargar con el peso de la película sobre sus hombros. Ahora, no niego que la suya sea una actuación interesante, lo es, y el giro maduro y comprometido que ha tomado la carrera actoral de Smith es genial, PERO creo que luego de la joya que fue En busca de la felicidad, me impactaría mucho que Will ganara el Oscar a mejor actor por este papel en King Richard, aunque de pronto estemos ante una forma de «compensar» el no haberse llevado la estatuilla en 2007, cuando también interpretó a un papá dedicado a darle una mejor vida a su hijo y que en los Oscar de ese año perdió ante Forest Whitaker por su papel en El Último Rey de Escocia.

Como toda biopic, siempre nos surgen preguntas en cuanto al nivel de veracidad en sus escenas, y esta peli no ha sido la excepción a la regla:

  • Un factor a considerar es la «bendición» que recibió el director Reinaldo Marcus Green, tanto de Venus como de Serena Williams, quienes de hecho hicieron parte del equipo de productores de la cinta.
  • Si bien Reinaldo Marcus Green no tuvo contacto directo con Richard Williams (quien recientemente cumplió 80 años), sí apeló a un nutrido repertorio de videos de la familia Williams, así como a viejas entrevistas en prensa y videos de los torneos de las exitosas hermanas tenistas. Dicho material se convirtió en un eje clave de la historia, y parte de la secuencia de créditos se encarga de mostrar fragmentos del material original, como diciendo «mira, esta escena pasó así tal cual».
  • A pesar de que en 2014 se publicó la autobiografía de Richard Williams, llamada Black and White: The Way I See It, no se puede afirmar que la película sea una fiel adaptación de dicho libro. De hecho, tanto Richard Williams, como Will Smith y los estudios Warner Bros fueron demandados el año pasado por los estudios TW3 Entertainment y Power Move Multi Media, que alegaban haber adquirido los derechos cinematográficos del libro de Williams mucho antes de que King Richard empezara su producción. En su demanda, alegaban que no solo tenían los derechos cinematográficos del libro, sino también de «la historia de vida de Richard Williams», y luego de una batalla legal y mediática, terminaron aceptando un arreglo económico y la cinta llegó a cines.
  • Como toda historia que busca «celebrar» el legado de alguien, hay muchas facetas que no se logran explorar del todo, y según Sabrina Williams, una de las hermanastras de las Williams, la cinta se quedó corta, pues solo cuenta lo emotivo y emocionante de la influencia de Richard Williams en las vidas de Venus y Serena, pero no menciona en modo alguno a su anterior matrimonio, y a los hijos que, en palabras de uno de ellos, abandonó a muy temprana edad.
Los auténticos Williams.

Siendo así las cosas, la invitación es a que, como siempre, nos acerquemos a estos productos culturales con una dosis justa de curiosidad y con la claridad de las licencias creativas que se dan los equipos de guionistas y productores, nunca ninguna cinta contará el 100% supremo de una historia real, y en eso está la magia del cine precisamente, en jugar con la realidad, tentarla, poner a prueba su flexibilidad y llevarla hasta el límite, y esta peli es un gran ejemplo de ello.

En materia de nominaciones al Oscar, como les decía inicialmente, esta cinta tiene un total de seis:

-Mejor actor

-Mejor película

-Mejor actriz de reparto

-Mejor edición

-Mejor guion original

-Mejor canción original (Be alive, compuesta por Beyoncé y Dixson) y de hecho me gustó tanto que se las dejo por aquí:

Y bueno, poquito a poquito vamos ampliando la mirada ante nuestras nominadas, ¿cómo lo han pasado con nuestro especial? Espero que se estén divirtiendo muchísimo y que ya vayan seleccionando sus favoritas, yo ya empiezo a pensar en a quiénes les haré barra el domingo 27, y mientras eso sucede, recuerden que en nuestro Facebook e Instagram estamos con noticias, fangirleo y feels a todo dar.

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#OscarCuchurrumí día 6: los misterios de «The Power of the Dog»

¡Feliz ombligo de semana para todos!

¿Cómo se encuentran en este miércoles como frío, como con sol? El clima en marzo ha sido bastante loco, en verdad espero que no nos llueva durante el finde, peeeero bueno, como son cosas que no podemos controlar, supongo que algo haremos para pasarla bueno bueno.

El día de hoy debo confesar que sufrí pero MAL para traerles la reseñita de esta peli, creo que es una combinación peligrosa de frío, cansancio y una historia con la que se me dificultó conectar, peeeeero les prometí 10 reseñas de 10 nominadas en #OscarCuchurrumí, así que eso les tendré, quién quita y no me salga tan mal…

Como siempre, empecemos con el tráiler, así que alisten sus botas vaqueras, sus lazos hechos a mano y adentrémonos juntos en esto que se llama The Power of the Dog/ El poder del perro:

Y bueno, no es sorpresa para nadie que Netflix viene pisando bieeeeeen fuerte en las últimas temporadas de premios cinematográficos, y le ha dado una oportunidad a muchos cineastas de apostarle a películas arriesgadas, que tal vez no tendrían tanta salida «comercial» en las salas de cine, con historias y personajes bien interesantes.

La peli de hoy no es una excepción a esta apuesta del gigante del streaming, que llega a nuestras pantallas con una historia dirigida por Jane Campion, que a su vez adaptó el guion basándose en la novela escrita por Thomas Savage y publicada por primera vez en 1967.

La actual carátula de la novela.

En esta ocasión, viajaremos al estado de Montana, un territorio de montañas salvajes, clima inclemente y sabanas que parecieran no tener fin. En uno de sus famosos ranchos, viven los hermanos Phil (interpretado por Benedict Cumberbatch) y George Burbank (interpretado por Jesse Plemons), dos vaqueros que se reparten las labores de mantener a flote su hogar, Phil desde el cuidado de los animales y el terreno y George desde lo administrativo. En el momento en que George se casa con Rose Gordon (interpretada por Kirtsten Dunst), y tanto ella como su hijo adolescente, Peter, (interpretado por Kodi Smit-McPhee) se mudan al rancho, la dinámica entre los dos hermanos cambiará, y la vida en el rancho nunca volverá a ser la misma.

Cumberbatch y Plemons en sus roles de Phil y George Burbank.

Con un elenco bastante reducido, es impresionante el modo en que estos cuatro actores y sus respectivos personajes logran llevar la totalidad del peso de la historia sobre sus hombros, y no por nada todos recibieron nominaciones al Oscar, así que veamos cómo funciona esta trama:

Empecemos hablando de Phil, un hombre brusco, arisco y al que no le gusta que nadie se meta en sus asuntos. En un principio no se toma muy bien la llegada de los Gordon, pero que con el tiempo termina por ver en Peter una especie de «ahijado» o «protegido» a quien puede enseñarle las distintas faenas del campo, y el vínculo de ambos hombres será clave para entender los distintos giros de la trama.

Phil y Peter en sus labores diarias.

George por su parte es un hombre que ve en Rose la oportunidad de tener una esposa sumisa, moldeada a su gusto, y prefiere hacerse el de la vista gorda ante lo que en realidad pasa con la mujer, que vive sumida en el alcohol, la nostalgia y un permanente estado de fragilidad y debilidad.

En medio de este caos tenemos a Peter, un joven que heredó de su padre la curiosidad por la medicina y la botánica, y no se siente del todo cómodo con la vida en el rancho, pero que sabe que su mamá depende totalmente de él y precisamente es quien más sorpresas nos dará con sus acciones.

A lo largo de la cinta veremos el modo en que las dinámicas al interior del rancho van cambiando con la llegada de los Gordon, pues más que personajes aventureros o «épicos», lo que tenemos aquí es un drama de intrigas familiares y de traiciones, en el que una madre desolada y abstraída tratará de adaptarse a su nueva vida como «señora de la casa», mientras su hijo encuentra su propio camino tras la pérdida de su padre.

Kirsten Dunst en su papel de Rose.

Sin grandes batallas o secuencias de acción, la cinta se las ingenia para impactarnos con un final inesperado e impactante, que por supuesto NO pienso contarles, porque si yo pude sobrevivir a 2 horas y 6 minutos de planos infinitos, diálogos cortos y muy poco movimiento, ustedes también pueden con esto. Yo sé que sí.

En materia de premios, The Power of the Dog es una de las cintas más celebradas de la temporada, con un total de 12 nominaciones al Oscar:

-Mejor película

-Mejor actor de reparto (tanto para Kodi Smit-McPhee como para Jesse Plemons)

-Mejor guion adaptado

-Mejor director

-Mejor actor

-Mejor actriz de reparto

-Mejor diseño de producción

-Mejor sonido

-Mejor cinematografía

-Mejor edición

-Mejor score original

Creo que solo viendo la cinta podrán establecer sus propios criterios respecto a si realmente esta cinta merecía tantas nominaciones o no. Yo por mi parte destaco muchísimo la labor de Benedict Cumberbatch, que con su actuación logra dotar a su personaje de una crudeza bastante peculiar, a veces frágil, a veces calculadora, en un rol bien interesante y distinto de lo que nos ha entregado en roles anteriores, y sería bonito que nos diera LA sorpresa y se llevara a la estatuilla a casa.

Solo hasta este domingo 27 de marzo sabremos quiénes se llevan el premio, y mientras tanto, hay que seguir muy juiciosos haciendo la tarea y viendo a muchas muchas nominadas ¡pensemos que este ritmo tan loco es cosa de una vez al año únicamente!

Por ahora me despido deseándoles muchos abracitos, chocolatico caliente y esperanza, ¡todo va a estar bien, yo sé que sí!

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#Oscarcuchurrumí día 5: los matices oscuros de «Nightmare Alley»

¡Buenas y heladas tardes!

Con mucha emoción llegamos a la mitad de nuestro especial #OscarCuchurrumí, una aventura cinematográfica que cada año nos invita a hablar de las nominadas al Oscar a Mejor película, ¡este año preciso nos tocaron 10, así que tendremos un día extra de diversión!

Si es su primera vez en este especial, les cuento que hemos hablado de Dune, Don’t Look Up, Licorice Pizza y West Side Story, ¡así que no se preocupen que todavía nos queda mucho cine para compartir juntos!

Nuestra nominada de hoy está apeeeenas para este clima oscuro y como lúgubre que nos ha acompañado buena parte del mes de marzo (Dios se apiade de nosotros, pobres almas que vamos para Estéreo Picnic…), así que bueno, usemos el aguacero a nuestro favor y aprovechemos el ambiente a nuestro alrededor para concentrarnos en esto que se llama Nightmare Alley/ El callejón de las almas perdidas:

Y bueno, tenemos aquí a la cinta que /hasta ahora/, más me ha costado ver en preparación para nuestro especial, no porque sea mala ni mucho menos, sino por lo oscura y tensionante que puede llegar a ser, y es gracioso porque sieeeeempre que hago este especial suele haber una cinta que me haga sentir mucho miedito o impresión, como me pasó en años anteriores con Get Out! o Parasite.

En cuanto leí que esta cinta fue dirigida por Guillermo del Toro, supe que cuando fuera a verla a cine me esperaría un viaje psicológico y profundo, como fue el caso de La forma del agua, otra gran contendiente en la temporada de premios del 2018.

Basada en el libro de William Lindsay Gresham, Nightmare Alley regresa al cine por segunda vez (la primera adaptación cinematográfica de esta historia se estrenó en 1947), con un elenco bastante interesante y una historia que logra tenernos al borde de la silla durante casi toda la peli.

El póster promocional de la versión de 1947.

Conoceremos a Stanton Carlisle (interpretado por Bradley Cooper), un hombre ambicioso y astuto que llega a un circo de rarezas en busca de trabajo. El circo ofrece toda serie de actos pensados para asombrar e impactar, desde «el hombre más fuerte del mundo», pasando por «la mujer araña», «Molly, la mujer eléctrica» (interpretada por Rooney Mara) y un extraño hombre-bestia que puede pasar días enteros sin comer.

A medida que Stanton conoce a los distintos seres e integrantes del circo y se gana su confianza, comenzará a urdir un plan para crear su propio show lejos del circo, esta vez como mentalista e ilusionista. Bajo la promesa de una vida mejor y de poder darle todo lo que se merece, nuestro protagonista arrastrará a su amada Molly en una carrera por la fama en la que las ilusiones y la manipulación serán claves para su éxito.

Rooney Mara y Bradley Cooper en sus roles de Molly y Stanton.

En el momento en que la avaricia de Stanton ponga en riesgo su vida y la de Molly, ambos amantes tendrán que preguntarse hasta dónde están dispuestos a llegar con sus shows en aras de embaucar y robar el dinero de algunas de las personas más poderosas de su época.

En el proceso, los espectadores de esta historia oscura y dramática nos plantearemos algunas preguntas:

¿Será suficiente el amor que Molly siente por Stanton para seguirlo a donde sea que lo lleve su sed de poder?

¿Hasta dónde se puede jugar con la mente de una persona?

¿Qué es eso que nos convierte en monstruos?

Las respuestas a estos y otros misterios más los esperan en su sala de cine más cercana.

Como ya es habitual en las historias de Guillermo del Toro, hay una fascinación por el suspenso, por permitirnos sentir iguales dosis de miedo y fascinación por el otro, ese ser diferente, grotesco, y en esta ocasión tenemos ante nosotros la historia de un hombre que, llevado por unas insaciables ganas de enriquecerse y acumular éxito y fortuna, terminará por convertirse en alguien totalmente distinto al humilde trabajador que antaño desmontara carpas de circo.

De forma cruda y sin mayores anestesias veremos el modo en que la ambición de Stanton lo llevará a entablar alianzas con personas igual o incluso peor de manipuladoras y engañosas que él, como es el caso de la psiquiatra Lilith Ritter (interpretada por Cate Blanchett), una mujer con más de un misterio escondido detrás de su enigmática sonrisa, y creo que el éxito de la historia radica precisamente en la forma en que construye la tensión entre los personajes y nos anticipa poco a poco el impactante final que le espera a nuestro ambicioso protagonista. Como es habitual en las historias dirigidas por Del Toro, nos recuerda el potencial que todos llevamos dentro para ser monstruos, para ser salvajes y caer en garras de cada uno de los pecados capitales, y la forma en que se nos va revelando quién es el verdadero monstruo de esta historia es algo que está muy bien logrado en términos narrativos, pues nada es lo que parece ser y el final más que apresurado u obvio resulta totalmente coherente, pero no por ello menos impactante.

Solo yendo al cine podrán experimentar de primera mano la tensión detrás de cada ilusión, «lectura psíquica» y truco de Stanton, y sentirán el terror de descubrir poco a poco la tragedia que se cierne sobre cada personaje, así como el frío, la soledad y la miseria que inundan toda la trama, y es que al final del día una de las mayores reflexiones que nos deja esta cinta es lo fácil que los seres humanos podemos ceder a los más bajos instintos hasta abandonar todo ápice de humanidad. Si eso no les da miedo, no sé qué pueda hacerlo…

Cate Blanchett y Bradley Cooper en sus roles de la doctora Ritter y Stanton Carlisle.

En materia de premios Oscar, no es de sorprender que las categorías en que esta cinta recibió nominaciones sean en su mayoría técnicas:

-Mejor película

-Mejor diseño de producción

-Mejor diseño de vestuario

-Mejor cinematografía

Creería que esta peli tiene opciones interesantes de ganar en diseño de producción y cinematografía, pues el ambiente general de la cinta logra transmitir las cantidades exactas de tensión, tristeza y desolación, y la paleta de colores va muy acorde con esa época de engaños, excesos y traiciones, con tonos oscuros y serios, pero como siempre, esto son apeeeeenas suposiciones, solo el 27 de marzo sabremos qué producciones harán historia.

De momento, los invito a que me cuenten en Facebook e Instagram cuál ha sido su reseña favorita hasta ahora y cuál de las que nos faltan esperan con más ansias, así que espero me sigan acompañando en este especial, ¿y por qué no? se animen a ver las nominadas que les falten, ¡todavía hay tiempito!

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#OscarCuchurrumí día 4: las 4 claves para hablar de «West Side Story»

¡Buenas tardes a todos!

¿Cómo están en este inicio de semana cortita? Espero que hayan podido descansar mucho, o salir un ratito de la ciudad, ¿no les da como esperanza saber que poco a poco podemos volver a actividades que llevábamos años sin hacer como el turismo, el cine o algunos eventos masivos? A mí sí, y mucha, la verdad.

Curiosamente, nuestra recomendada de hoy en este especial de #OscarCuchurrumí está apenas para seguir en la onda musical, pues se trata del regreso de un clásico de 1961 que en su momento dio muuuucho de qué hablar, y que creo que tiene varias cosillas interesantes para comentar, así que sin más preámbulos, alisten sus faldas de colores, sus mejores pasos de baile y viajemos en el tiempo en esto que se llama West Side Story/ Amor Sin Barreras:

Lo que hay es tema, así que para variar un poco el ritmo de nuestro especial, hoy les traigo las 4 claves para entender el fenómeno y las discusiones detrás esta cinta, así que vamos a empezar:

1. La nostalgia por los clásicos

En el momento en que supimos del ambicioso proyecto del director Steven Spielberg por traer de vuelta a las pantallas del mundo la dramática historia de amor entre Tony y María, la expectativa se juntó con la nostalgia.

Algo importante de mencionar aquí es que West Side Story comenzó su conquista del mundo del espectáculo como un musical con libreto de Arthur Laurents, música de Leonard Bernstein y letras de Stephen Sondheim, representado por primera vez en Broadway el 26 de septiembre de 1957. No pasó mucho tiempo antes de que el musical diera el salto a las salas de cine, más específicamente en 1961, y la cinta que en su momento fue dirigida por Robert Wise y Jerome Robbins fue recordada por sus números de baile, sus canciones pegajosas y la tremenda actuación de Rita Moreno que en aquella ocasión interpretó a Anita, haciéndola merecedora del Oscar a Mejor actriz de reparto en 1962. De hecho, ese año la película ganó un total de 10 estatuillas, cifra nada despreciable para un musical.

La marquesina del musical en Broadway hace unos años.

Podríamos preguntarnos por qué nos gustan tanto estas historias que saltan de las tablas al cine, casos como Wicked, El Fantasma de la Ópera o In the Heights son muestra de ello, y creo que la respuesta es simple: nos encanta volver a aquello que nos hace felices, ¿y qué mejor que un musical para hacerlo?

Hay un cierto encanto en ir al cine a cantar algo que ya conoces de memoria, mientras te preguntas por quién interpretará a cada personaje o qué escenas nuevas se incluirán, de allí que crea que son muchos los musicales que seguirán adaptándose al formato peli, o incluso a la inversa, como es el caso de mi amada Moulin Rouge, que empezó como película y ahora en su formato teatral arrasa en ciudades como Nueva York, Londres y Melbourne.

2. Amor prohibido murmuran por las calles…

Si bien no creo que mi amada Selena Quintanilla no se gozaría los problemas raciales de la versión anterior de esta cinta (que ya veremos en detalle más adelante), su canción resulta lo más de pertinente para el eje principal de la trama de West Side Story: mientras las pandillas-grupos de los Jets y los Sharks se amenazan y pelean frecuentemente por el control del territorio en la Nueva York de los años 50, los jóvenes María, proveniente de Puerto Rico, y Tony, de ascendencia Polaca e Irlandesa, se enamoran perdidamente, pese a que Tony es el mejor amigo del líder de los Jets y María es la hermana menor de Bernardo, el líder de los Sharks.

Uno de mis afiches favoritos de la peli, pues me encanta esa estética retro.

La tensión entre ambos clanes amenazará con separar a Tony y María, y de forma bastante Shakespeariana, seremos testigos de una tragedia que cambiará para siempre las vidas de estos jóvenes soñadores que solo querían amarse sin limitaciones de ninguna clase.

El tópico del amor prohibido ha sido tan explotado en el cine, el teatro y la música que creo que nos hemos acostumbrado a vivir con él. Nos encanta creer que en algún momento de la trama será posible el «felices para siempre» que tanto nos gusta a algunos, pero de forma bien poética también, la cinta nos recuerda que las luchas sociales siguen latentes en nuestra sociedad, que el odio y el racismo siguen doliendo, siguen matando, y ese llamado a la unión y la tolerancia tan relevante y necesario para los tiempos que vivimos es lo que le brinda vigencia y diferencia a esta cinta de otras de su género.

3. La representación lo es TODO

Si bien la West Side Story de 1961 fue querida y recordada por algunas cosas, no estuvo exenta de una dosis importante de polémica: en su momento, la cinta fue duramente criticada por elegir a un cast predominantemente de raza blanca para interpretar a latinos, un fenómeno conocido como whitewashing y que viene de suceder en todo tipo de películas. A su vez, Steven Spielberg debía afrontar un reto enorme, y era el de recuperar la confianza y atención del pueblo Puertorriqueño, que en su momento recibió las noticias de esta nueva adaptación con cierto temor y escepticismo.

Dicho temor estaba bien justificado. Por muchos años, el principal «referente» de representación en el cine del pueblo Puertorriqueño fue esta cinta que, en esencia, planteaba tres estereotipos bastante problemáticos: el primero, que mostraba a los Puertorriqueños como pandilleros de mala muerte, el segundo, referente a las mujeres boricuas como ingenuas, sumisas o pasivas, como se mostraba al personaje de María, (interpretado en aquel entonces por la actriz de ascendencia rusa Natalie Wood), y el tercero, que se iba al extremo opuesto, sobre-sexualizando a las mujeres boricuas, como sucedía con el papel de Anita.

Sumado a ello, hay una cuestión de decisiones raciales de la producción que resultaron bastante ofensivas, como el hecho de que, pese a que Rita Moreno es puertorriqueña, para su papel de Anita tuviera que oscurecer su piel con maquillaje. ¿Acaso no era «lo suficientemente latina» a ojos de los productores? Mal, todo mal.

Vemos aquí al actor griego George Chakiris en el papel de Bernardo en la versión de 1961. ¿Y si en lugar de darles «piel puertorriqueña» a punta de maquillaje mejor elegían a actores Puertorriqueños? Ay Dios…

4. Una segunda oportunidad

En un intento por sanear estas heridas totalmente válidas, el elenco de la versión 2021 de este clásico hizo una apuesta interesante por la representación y la diversidad, con la estadounidense de familia colombiana Rachel Zegler en el papel de María, así como el regreso de Rita Moreno en el papel de Valentina, creado especialmente para ella, y el que considero el mayor acierto de todos, la maravillosa Ariana DeBose, de ascendencia afro-puertorriqueña y que viene de arrasar en la temporada de premios por su papel de Anita. De hecho, creería que tiene caaaasi que asegurada la estatuilla a Mejor Actriz de Reparto, y me alegra mucho por ella la verdad, pues su papel es el de una mujer que más que ser sexualizada, se siente empoderada, libre y valiente de vivir su sueño americano al lado del hombre que ama.

Aquí tenemos un paralelo de las Anitas de Rita Moreno y Ariana DeBose respectivamente.

En materia de nominaciones al Oscar, la nueva versión de este polémico clásico compite en un total de 7 categorías:

-Mejor actriz de reparto

-Mejor película

-Mejor diseño de producción

-Mejor sonido

-Mejor diseño de vestuario

-Mejor cinematografía

-Mejor director

De momento, mi apuesta segura es a mejor actriz de reparto, peeeero solo sabremos si acertamos o no el próximo 27 de marzo, ¡qué nervios, ya casito regresa esta esperada noche de cine!

Mientras tanto, me despido por hoy recordándoles que son siempre bienvenidos a nuestro Facebook e Instagram para seguir fangirleando juntos, ¡ya casi llegamos a la mitad de nuestro especial!

Si no le gusta, no lea, y si le gusta, ¡comparta!

#OscarCuchurrumí día 3: el primer amor de «Licorice Pizza»

¡Buenas y heladas tardes!

¿Cómo se encuentran en este dominguito de pereza? Espero que muy bien. Yo estoy MUY emocionada, no solo porque mañana veo a Miley Cyrus en concierto (#GraciasDiositoPorFavoresRecibidos), sino porque también estamos exactamente a unaaaa, sí, a UNAAAAA semana de la entrega de los premios Oscar en Los Ángeles, California, ¿así que qué mejor plan para seguirnos preparando que avanzar en esta aventura cinematográfica anual llamada #OscarCuchurrumí?

Ya hablamos de Dune y de Don’t Look Up, y hoy les traigo una de las películas que más esperaba poder ver durante esta temporada de premios, así que sin más introducciones, alisten sus outfits setenteros, sus licencias de conducción y disfruten de esto que se llama Licorice Pizza:

Y bueno, tenemos aquí una historia de esas que nos llenan de nostalgia y nos hacen recordar esa inocencia y las tan sonadas mariposas en el estómago producto de reconocernos por primera vez como personas enamoradas de alguien más.

Precisamente, los diversos matices del primer amor son el ingrediente ganador de esta cinta escrita y dirigida por Paul Thomas Anderson, que nos transporta al año 1973, al Valle de San Fernando en California. Allí, conoceremos a Gary (interpretado por Cooper Hoffman, hijo del gran y siempre recordado Philip Seymour Hoffman), un adolescente de quince años que busca consolidar su carrera en el mundo del espectáculo, primero como actor de teatro musical y luego como emprendedor.

En medio de su vida escolar y sus andares actorales, Gary conoce a Alana (interpretada por Alana Haim, integrante del grupo musical Haim), una mujer en sus veintes, acostumbrada a la aburrida rutina del clásico adulto joven que debe trabajar en lo que salga y no en lo que le gustaría realmente. Juntos, y a pesar de una diferencia de edades considerable, Alana y Gary se embarcarán en un viaje de autoconocimiento, para descubrir quiénes quieren ser, qué quieren hacer con sus vidas, y sobre todo, qué vienen siendo el uno para el otro.

Alana Haim y Cooper Hoffman en sus roles de Alana y Gary.

En el proceso, a nosotros como espectadores nos irán quedando algunas dudillas:

¿Se puede ser millonario a los 15 años?

¿Existe una edad determinada para enamorarse por primera vez?

¿Qué esconden las colinas y casas con césped perfectamente podado del Valle de San Fernando?

¿Cuántos actores de renombre se nos van a atravesar de forma inesperada en esta cinta?

Por fortuna para todos, de forma sarcástica y divertida la película logra dar respuesta a estas y muchas otras preguntas, y aunque en ocasiones la trama puede sentirse un poco extensa, creo que en esencia logra su cometido de recordarnos que, cuando el amor se te mete en la cabeza no siempre piensas con claridad, y desenredar ese nudo en tu mente es de las mayores aventuras que podrás llegar a vivir alguna vez.

Vamos con algunos detalles que me llamaron la atención:

En primer lugar, tenemos una época tremenda como contexto inicial, ese California de los 70’s que todavía se hallaba sufriendo la vergüenza de la Guerra de Vietnam, y un estado en que ciertas libertades recién empezaban a negociarse. En medio de todo ello conoceremos a una generación marcada por la música, la creencia en todo tipo de ideales políticos y un deseo permanente de buscar «pertenecer» a algo, ya fuera un empleo, una causa social o política e incluso a una relación de pareja.

Esa curiosidad de validar nuestro lugar en el mundo es algo con lo que cualquiera de nosotros puede conectar, y gracias al trabajo de dos protagonistas muy bien logrados es que a lo largo de la película será casi que imposible no empatizar en mayor o menor medida, ya sea con Gary o con Alana.

De un lado tenemos a Gary, una persona ambiciosa, a la que actualmente podríamos catalogar como «sin miedo al éxito», alguien totalmente dispuesto a conquistar a Alana y con esa energía adolescente de quien sabe que está en el mejor momento de su vida para tomar decisiones irresponsables o temerarias sin tener que sufrir mayores consecuencias por ellas.

En la otra cara de la moneda se encuentra Alana, una mujer que tal vez desde la experiencia de esos añitos de «ventaja» que le lleva a Gary se ha desencantado un poco de la vida, es mucho más pragmática y menos arriesgada que su amigo, pero a la vez se siente llamada a cuidar de él y a ser «la voz de la razón» en un par de ocasiones. Aún sin quererlo, muy en el fondo Alana todavía sueña con una vida emocionante, mucho más allá de un empleo tradicional, y la energía frenética de Gary será el motor que la impulse a volver a creer en lo que puede hacer y en toooooda la vida que tiene por delante. En definitiva, como alguien que se encuentra en sus agonizantes 29 años, decir que me conecté con el personaje de Alana es quedarme corta la verdad.

Otro elemento que debo destacar es la banda sonora, simplemente im-pre-sio-nan-te, con música de artistas como Nina Simone, The Doors y David Bowie, y en más de una ocasión terminé zapateando y tarareando para mis adentros, así que no dejen de escucharla.

Por último, pero no menos importante, les cuento que las categorías a las que esta cinta está nominada en los premios Oscar son:

-Mejor director

-Mejor película

-Mejor guion original

Pese a que no creo que logre llevarse a casa alguna de las preciadas estatuillas, y si soy completamente honesta, mientras escribo estas letras sigo sin tener muy claro el porqué del título de esta cinta, al final del día lo realmente importante es esa apuesta por contar una historia que sin mayores efectos especiales o tramas en extremo densas nos logra cautivar durante buenas 2 horas y 13 minutos, con uno que otro girillo interesante y unas muy necesarias carcajadas que nos recuerdan lo «awkward» de nuestros propios años de adolescencia, y poder mirar atrás hacia ese primer gran amor con humor e ironía es una labor muy bonita y que no todos en el mundo del cine se han animado a hacer.

Me despido por hoy invitándolos a que estén muuuuy pendientes de nuestro Facebook e Instagram, pues la temporada de premios no para y hay que estar en la jugada, ¡son siempre bienvenidos a contarme sus apuestas y nominadas favoritas de este año!

Si no le gusta, no lea, y si le gusta, ¡comparta!

#OscarCuchurrumí día 2: el regreso a la sátira de «Don’t look up»

¡Buenos días!

¿Cómo se encuentran en este sábado de marzo? Espero que hayan dormido muy bien y que este fin de semana que comienza les sea grato y feliz.

Yo me encuentro muy bien, feliz de seguir acompañándolos en nuestro especial de #OscarCuchurrumí, sé que será una maratón cinematográfica ma-ra-vi-llo-sa.

Si es el primer día que me acompañan, les dejo por aquí la reseña de nuestro día 1 del especial, en donde hablamos de Dune, y de todos modos, siendo completamente honesta con ustedes, no es que TENGAN que leer toooodas y cada una de las reseñas del especial, peeeero si lo hacen también les estaré muy agradecida, ¡este espacio es de ustedes a fin de cuentas!

Luego del tono bélico y en permanente drama de nuestra reseñada de ayer, me pareció bastante sensato poder aligerar un poco los ánimos con nuestra peli de hoy, algo entre el humor negro, la denuncia social y, ¿por qué no?, una versión algo retorcida de los tiempos que vivimos, así que alisten sus naves espaciales, sus teorías conspirativas y sus teléfonos celulares y disfruten de esto que se llama Don’t look up (No miren arriba):

Y bueno, tenemos aquí una cinta que llama la atención por diversas razones, así que vamos por partes. En primer lugar, regresa a la acción un director tremendo como lo es Adam McKay, a quien de pronto logren recordar por cintas como Vice o The Big Short, historias que en su momento también desfilaron por nuestro especial de #OscarCuchurrumí en años anteriores, y que en esta ocasión llegó hasta la comodidad de nuestras salas de televisión de la mano del gigante del streaming y siempre polémico Netflix, que de un tiempo para acá viene de poner sobre la mesa la posibilidad de llegar a los Oscar con historias de calidad y un alcance interesante, que lo digan las cifras de audiencia de nuestra peli de hoy.

Pese a su estreno en algunas salas de cine (a fin de cuentas, el haber tenido proyecciones en teatros sigue siendo requisito para estar nominado al Oscar), debo reconocer que fui del combo que vio la cinta desde la comodidad de su casa, y lo cierto es que la trama se presta para eso: conoceremos la historia de Kate Dibiasky, (interpretada por mi querida Jennifer Lawrence), una aspirante a doctorado en astronomía que durante una de sus observaciones espaciales descubre un gigantesco asteroide cuya trayectoria indica que en aproximadamente seis meses impactará en la Tierra, lo que, según sus cálculos y proyecciones, podría destruir al planeta entero y a todos sus habitantes.

Ante esta poco alentadora noticia, Kate le pide ayuda a su mentor profesional y tutor, el astrónomo Randall Mindy (interpretado por el gran Leo DiCaprio), y juntos emprenderán una lucha mediática, política y social por convencer a la mayor cantidad posible de personas del inminente peligro que se acerca y de la necesidad de hacer ALGO al respecto.

Leo DiCaprio y Jennifer Lawrence en sus roles del doctor Randall Mindy y la astrónoma Kate Dibiasky.

En su camino, estos científicos intentarán tocar todo tipo de puertas para difundir su urgente mensaje, llegando incluso a la oficina oval de la presidenta Orlean (interpretada por Meryl Streep), una política escéptica, sarcástica y totalmente apática de la ciencia y sus hallazgos (cuando vean la película podrán identificar sin mayores problemas al líder político en que se basa su papel, estoy segura), y con el tiempo en su contra, tanto Kate como Randall tendrán que enfrentarse a una sociedad demasiado ocupada en sus teléfonos celulares como para prestar atención a detalles «mínimos» como su posible extinción.

¿Hasta dónde llega el poder político con tal de mantener su imagen favorable en los medios?

¿Qué tanto importan los likes o los hashtags en un mundo condenado a acabarse?

¿A quién se debe escuchar? ¿A los políticos y «líderes de opinión» o a los científicos?

Las respuestas a estas y otras preguntas los esperan en Netflix.

Como les decía anteriormente, creo que son varias las razones por las que esta película llama la atención: no solo cuenta con una señora nómina de lujo (que además de los ya mencionados, también incluye a Jonah Hill, Ariana Grande, Timothée Chalamet y Cate Blanchett), sino que también llegó a Netflix en una fecha bastante peculiar, en plena temporada navideña, y a mi parecer hasta en eso hubo una intención satírica, en plan «¿Quieres una navidad tranqui? Pues TOOOOMA esta cinta apocalíptica y reflexiva», y es que si hay algo transversal a todo el fenómeno de esta cinta es esa denuncia entre el humor negro y la sátira sobre qué pasaría si en lugar de un asteroide, se hablara del cambio climático o incluso de la pandemia del covid-19, ¿como que golpea distinto, no creen?

Entre broma y broma, la cinta logra hacernos reflexionar sobre los alcances de las redes sociales y los medios masivos de comunicación, que para bien o para mal, pueden difundir todo tipo de «verdades» en cuestión de segundos, y el modo en que la trama termina dividiéndose entre «personas que miran arriba» y «personas que no» apela de forma muuuy directa a las múltiples divisiones que como sociedad hemos venido afrontando durante los últimos años (pro-anti X político, pro-anti vacunas, no más miren lo que fueron las pasadas elecciones en nuestro país…), y creo que el final de la cinta (que OBVIO no les contaré) es de las cosas que más impacta, no solo por su acompañamiento musical que es una locura, sino también por lo absurdo-pero-igualmente-posible de la situación, de allí que nadie quede indiferente ante lo que acaba de ver.

En temas de nominaciones a los Oscar, uno pensaría que con semejante nómina se iban a fajar unas cuantas menciones, pero lo cierto es que el trabajo actoral de este elenco no fue particularmente eeeeespectacular que digamos, quien más me divirtió con su personaje fue Leo DiCaprio, que en realidad nos ofrece una versión mucho más exagerada y graciosa de su activismo real en pro del medio ambiente , y lo mismo sucede con Meryl Streep, que si bien hace reír y nos hace odiar su personaje, no creo que destaque del modo en que ha hecho en otras producciones que sí generaron un mayor impacto en la audiencia.

Vemos aquí algunos de los pósters promocionales de la cinta.

Siendo así las cosas, las 4 categorías en que está nominada esta cinta son:

-Mejor película

-Edición

-Score original

-Mejor guion original

Vemos que lo que realmente funciona aquí es el valor de la producción y de los guionistas para decirle al mundo «miren lo ridículos que podemos llegar a ser cuando dejamos que los radicalismos nos dividan y le restemos atención a lo realmente importante de la vida», y en eso radica el encanto de esta cinta, que si bien no creo que arrase en la ceremonia del próximo 27 de marzo, tal vez logre dejarnos pensando un poquitito más antes de «tragar entero» o seguir el reto o trend de moda, y creo que eso ya será una ganancia importante.

Y bueno, me despido por hoy animándolos a que no se den por vencidos en su meta de ver muchas muchas nominadas al Oscar, ¡todavía nos queda 1 semanita para coronar y las reseñas no van a parar por aquí!

Como siempre, los estaré esperando en nuestro Instagram y Facebook para seguir comentando juntos nuestras favoritas al Oscar, al menos, hasta que el planeta aguante…

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#OscarCuchurrumí día 1: Las arenas misteriosas de «Dune»

¡Buenas tardeeees!

Sé que deben estar sorprendidos de leerme un viernes, así casual, peeeero si han estado pendientes de nuestro Instagram y Facebook sabrán el motivo de los muuuchos post que se vienen en nuestro blog, uno tras otro, y es que por fin, luego de un año de ausencia ¡volvemos a nuestro especial de Premios de la Academia, #OscarCuchurrumí!

Si es la primera vez que me acompañan en esta aventura cinéfila, el concepto es muy simple: durante 10 días desfilarán por este espacio las reseñas de TODAS las nominadas a la categoría de Mejor Película en la edición número 94 de los Premios Oscar, que regresa de forma presencial al icónico teatro Dolby en mi amada Los Ángeles el próximo 27 de marzo.

10 días, 10 películas nominadas, ¿suena divertido, no creen?

A lo largo de los años este especial me ha llevado por historias, personajes y lugares que nunca habría visitado por voluntad propia (me acuerdo de pelis como Parasite o Get Out! y me vuelven a dar escalofríos), pero significa mucho para mí el que todos ustedes me acompañen y disfrutemos juntos de lo mejor del cine, a fin de cuentas, en la variedad está el placer.

Y bueno, quise empezar nuestra edición 2022 de #OscarCuchurrumí con una de las primeras películas que pude disfrutar de regreso en el cine, pese a las múltiples restricciones que nos ha traído la pandemia, pero por fortuna para todos (y para la industria misma), poco a poco estamos volviendo a las salas o logrando acceder a estas nominadas mediante servicios de streaming 100% legales, así que bueno, sin más preámbulos, alisten sus tanques de oxígeno, sus lentes de contacto azules y viajemos juntos a esto que se llama Dune:

Dirigida por Denis Villeneuve (a quien algunos recordarán por pelis como Arrival o Blade Runner 2049), tenemos aquí una ambiciosa propuesta por traer nuevamente a la pantalla grande la saga de Frank Herbert, quien creó un mundo taaaan complejo y bien elaborado que con el tiempo se convirtió en toda una franquicia que al día de hoy abarca juegos de rol, videojuegos, series de televisión y toda una nueva serie de novelas literarias escritas por su hijo, Brian Herbert, y por Kevin J. Anderson (si desean saber más al respecto de la saga pueden leer esta guía para explorar este universo literario en orden y sin morir en el intento ).

No es la primera vez que esta historia de lucha política entre dos poderosas familias llega al cine, ya en 1984 y bajo la dirección de David Lynch el mundo conoció al valiente Paul Atreides y su batalla por sobrevivir, y aunque en su momento la película fue considerada un fracaso en taquilla, creo que un fandom en permanente crecimiento, sumado a las ventajas tecnológicas de nuestra era y al creciente interés por la ciencia ficción en todos sus formatos (que lo digan éxitos de la cultura Geek contemporánea como The Mandalorian o Stranger Things) han permitido que se les dé una nueva oportunidad a historias como esta, considerada por muchos como una de las mejores sagas de ciencia ficción jamás creadas.

Aquí una comparación de los elencos y estéticas de las peli de 1984 y el 2021 respectivamente.

En esta ocasión, la producción apostó por informarnos desde el inicio de la cinta lo ambicioso del proyecto, ya que esta es apenas la primera parte de la historia, cuya secuela iniciará producción este año y espera llegar a salas de cine en octubre de 2023, así que entremos en materia, ¿de qué va entonces esta película?

Pues bien, en Dune conoceremos a Paul Atreides (interpretado por Timothée Chalamet), un joven heredero del clan Atreides, una familia poderosa e influyente, encargada de administrar y velar por el territorio de Arrakis, una región desértica, peligrosa pero muy codiciada por ser la principal fuente de una especia llamada Melange, de la que depende la economía y el sostenimiento de muchos clanes.

En el momento en que un golpe de estado y una amenaza de muerte se cierne sobre el clan Atreides, Paul tendrá que aprender a identificar a sus verdaderos aliados, no solo para luchar por la soberanía de su familia sobre Arrakis, sino también para demostrarle a muchas personas que tiene lo necesario para proteger a su familia y al territorio que les ha sido dado en custodia.

A lo largo de la cinta, Paul deberá explorar lo más profundo de su mente y trabajar en las habilidades necesarias para desligarse del rol de heredero mimado y convertirse en el guerrero que su padre (interpretado por Oscar Isaac) y su madre (interpretada por Rebecca Ferguson) saben que puede llegar a ser. Como suele suceder con las luchas de poder, al final del día Paul solo podrá confiar en sí mismo, y ante una ola enorme de amenazas y peligros, deberá volver a lo básico, a sus sueños y recuerdos, para encontrar en ellos la clave de su supervivencia.

Oscar Isaac, Timothée Chalamet y Rebecca Ferguson en sus respectivos roles.

¿Qué tan dispuesta está su familia a ceder en el control de Arrakis?

¿Quién es esa misteriosa mujer cuya presencia es cada vez más recurrente en la mente de Paul?

¿Qué peligros se esconden en las oscuras y profundas dunas de arena de Arrakis?

Las respuestas a estas y otras preguntas los esperan cuando vean esta cinta, ya sea si regresa a los cines por la temporada de premios o en HBO Max.

Ahora, no podemos hablar de esta peli sin responder a una duda que posiblemente tengan en este punto de nuestra reseñita, y es ¿y el rol de Zendaya qué?

Pues bien, creo que esa fue una jugada que les salió como mal al equipo de promoción de la película, ya que, sin entrar en mayores detalles, le dieron taaaaanto bombo y platillo a la participación de Zendaya en la cinta, desde el tráiler, la promoción en medios y la expectativa en redes sociales que muchos nos decepcionamos un poco al ver que, en la práctica, las escenas de su personaje (una habitante de la Duna llamada Chani) no abarcaron más de unos pocos minutos dentro de las 2 horas y 35 minutos que dura la cinta, y esa es otra de las «lecciones» que nos deja esta cinta, y es que lo que se viene es muuucho más grande y denso de lo que habríamos esperado inicialmente, así que solo nos queda confiar en que veremos más de Chani en la próxima entrega de la saga.

Más que una historia cerrada o lineal, lo que tenemos aquí es apenas un abrebocas de lo que se quiere contar, con sus enredos políticos, sociales e incluso ambientales, porque si hay algo transversal a toda esta historia es una lucha permanente por el poder y el territorio, dos elementos muy pertinentes para el contexto en que vivimos y que posiblemente resonarán en la cabeza de más de uno.

En cuestiones técnicas, no sorprende que sea en este campo en donde abundan las nominaciones de Dune al Oscar, con un total de 10 categorías:

-Mejor sonido

-Efectos visuales

-Diseño de producción

-Score original

-Edición

-Mejor película

-Maquillaje y peinado

-Diseño de vestuario

-Cinematografía

-Mejor guion adaptado.

¿Cuáles estatuillas se llevará a casa esta película de sonidos intensos, una paleta de colores cálidos que rayan en lo asfixiante y una cinematografía que en verdad merecía gozarse en la pantalla más grande posible? Solo el 27 de marzo lo sabremos, y mientras tanto, los invito a que me sigan acompañando en este especial de 10 días, ¡esto apenas comienza!

Larga vida al cine, ¡y larga vida a #OscarCuchurrumí!

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#OscarCuchurrumí día 9: el eterno encanto de «Little Women»

¡Hola, hola!

Los saludo con mucha emoción, ¡llegó el día que tanto esperábamos! Hoy mi querida Los Ángeles se viste de gala para celebrar al séptimo arte, a sus talentos e historias, ¡hoy es día de Premios Oscaaaaaaaaaaaar!

Con la inminente llegada de la ceremonia, llega también el final de esta aventura llamada #OscarCuchurrumí, ¡han sido unos días maravillosos! Hemos hablado de drama, romance, guerras, humor negro y héroes, y para que lleguen súper preparados a esta noche, aquí va un recorderis de lo que ha sido nuestro especial. Pueden hacer clic en el título de cada película para visitar su respectiva reseña así no se pierden ninguna ❤ :

-Día 1: 1917.

-Día 2: Parasite. 

-Día 3: Joker.

-Día 4: The Irishman.

-Día 5: Ford vs. Ferrari.

-Día 6: A Marriage Story.

-Día 7: Once upon a time in Hollywood.

-Día 8: Jojo Rabbit.

Siendo así las cosas, hoy cerramos esta maratón de nueve días con una película que por muchas razones se ganó un lugar especial en mi corazón, de allí que la eligiera como la cinta perfecta para cerrar nuestro especial y bajar el telón de #OscarCuchurrumí al menos hasta 2021. Sin más introducciones, alisten papel y pluma para este clásico llamado Little Women:

Y bueeeeeeno. No es la primera (ni mucho menos la última) ocasión en que hablo de Mujercitas en mi blog, precisamente tuvimos toda una lectura conjunta de la novela como preparación para la película, y en este post encuentran algunas de mis reflexiones al respecto. Lo cierto es que agradezco demasiado el haber logrado organizarme para releer la novela y así llegar con todo fresquito al cine, porque la cinta está llena de pistas y «detallitos» que solo los que hemos leído el libro sabremos apreciar, como el sombrero gigante de Jo, el acento del profesor Baehr o los complejos de Amy con su nariz.

La historia nos lleva a la época de la Guerra Civil Estadounidense, a la casa de la familia March, un hogar que solía ser suntuoso y elegante pero que con el paso del tiempo ha terminado por volverse modesto y humilde, pero no por ello menos dulce y cálido. Allí, conoceremos a cinco mujeres que desde sus defectos, sueños y personalidades tan distintas nos harán testigos de lo duro y a la vez hermoso que es crecer.

Marmee (interpretada por Laura Dern) es la mamá y guía del hogar. Tras la partida de su esposo a servir como clérigo en la Guerra, tendrá a su cargo mantener los ánimos y las esperanzas de toda la familia, con independencia de sus propias batallas personales. Meg (interpretada por Emma Watson) es la mayor de las cuatro hijas. Una romántica empedernida y una talentosa actriz, la vanidad suele jugarle malas pasadas y hacerle desear cosas que sabe que no puede permitirse. Jo (interpretada por Saoirse Ronan) es mi personaje favorito de toda la cinta. Obstinada, de carácter fuerte e independiente, sufre constantemente por tener que encajar sus sueños y anhelos en el modelo de mujer y joven adulta que la sociedad y su familia esperan de ella. Beth (interpretada por Eliza Scanlen) es frágil, hogareña y noble. Es imposible enojarse con ella, y su alma es un nicho de paz y consuelo para todos en casa. Por último está Amy (interpretada por Florence Pugh), un personaje que detesté desde la primera vez que leí el libro pero que resulta clave para la historia por su obstinación, su orgullo y su ambición.

Como buen clásico decimonónico no puede faltar la cuota del galán codiciado, descarado y rompecorazones, encarnado en el carismático y tierno Laurie «Teddy» Laurence (interpretado por Timothée Chalamet), el eterno vecino y mejor amigo de las March.

Para conocerlos mejor, les dejo un mosaico de una sesión de fotos genial, que usó técnicas de los 1800 para tomar estas fotos Emma, Eliza, Florence, Timothée y Saoirse respectivamente.

De mano del querido Laurie, y bajo el  amoroso ejemplo de su mamá, nuestras cuatro protagonistas crecerán ante nuestros ojos en un diálogo permanente entre pasado y futuro, y lo que en la novela se cuenta desde dos partes muy bien diferenciadas aquí se narrará casi que en simultánea, en un juego donde las versiones jóvenes y más adultas de nuestras hermanas March nos invitarán a sufrir, reír y amar con ellas.

El equipo que hizo posible esta cinta no es sorpresa para nosotros: el trío ganador de Greta Gerwig en la dirección y Saoirse Ronan y Timothée Chalamet en los roles principales ya nos había cautivado en 2017 con la genial Ladybird, así que disfruté muchísimo que volvieran a trabajar juntos en una versión de Little Women, que si bien puede considerarse un homenaje a sus antecesoras de 1918, 1933, 1949, 1978, la querida por todos de 1994la mini-serie de 2017, y el retelling moderno de 2018, cuenta con un giro interesante, y es que creo que hay una parte de nuestros corazones que sigue disfrutando de estas historias en las que el amor encuentra una manera de conquistar a quien menos se lo espera, y las cualidades y defectos de los distintos personajes al día de hoy continúan encontrando eco en nuestras propias personalidades.

Temas tan actuales como el derecho a elegir qué tipo de vida o de amor quieres para ti se plantean de forma bellísima, con un equipo actoral muy sólido que hace que le tomemos cariño u odiemos a los personajes del mismo modo en que los amamos u odiamos en cuanto leímos la novela por primera vez, y la mirada de Greta Gerwig en la dirección hace que la historia nos recuerde el poder que como seres humanos tenemos para empoderarnos de nuestras vidas, decidir el rumbo de nuestra historia y vivir según nuestras convicciones y motivaciones y no según las presiones o convenciones sociales.

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Jo y Laurie fueron mi primer OTP, eso no cambia. 

Ahora, claro que Little Women no es la cinta perfecta, no es secreto para nadie que predominan los personajes y protagonistas de raza blanca, que no hay ningún tipo de representación y que para muchos la narrativa sigue entrando en fuertes discusiones con los postulados actuales del feminismo, pero también creo que hay un esfuerzo valioso por demostrar que la empatía, la alegría de vivir y la libertad de los protagonistas son cosas que al día de hoy seguimos buscando, por muy caótica o monótona que pueda ser nuestra rutina.

En materia de nominaciones al Oscar, esta cinta acumula un total de seis, incluyendo las categorías de Mejor película, Mejor actriz (Saoirse Ronan), Mejor actriz de reparto (Florence Pugh), Mejor guion adaptado, Mejor diseño de vestuario y Mejor score. Amaría que Saoirse Ronan rompiera su maldición de Leo Dicaprio y /por fin/ se llevara la estatuilla en esta, su cuarta nominación al Oscar con tan solo 25 años (carajo, qué estoy haciendo con mi vida), peeeeero lo cierto es que esta es de las pelis a las que menos opciones le veo de ganar el premio a Mejor película, pues si bien es hermosa, trajo a la vida a mi clásico literario favorito y planeo verla unas ene mil veces, en esencia se queda en eso, en una coming of age emotiva, bonita y con un gran elenco, apenas para llevar a la mami al cine, pero siento que para ganar Mejor película se necesita algo más temerario, que rompa mucho más a las audiencias. Eso sí, a mí me rompió el corazón, pero lo reconozco como algo tremendamente personal y no como una reacción generalizada de las audiencias.

Y bueno, no niego que me entristece un poco contarles que con esto llegamos al final de nuestro especial #OscarCuchurrumí en su edición 2020. Cada historia, cada personaje, cada técnica y cada sonido me llevaron de la euforia a las carcajadas para pasar por el terror elevadísimo y terminar en los suspiros emocionales, en una montaña rusa que me recordó por qué hago el esfuerzo de organizar un cronograma y buscar los espacios en mi vida personal y laboral tanto para ver como para reseñar a las 9 nominadas a Mejor película de cada año.

Si es la primera vez que se pasaban por el especial, ¡espero les haya gustado! Y si ya son visitantes frecuentes, ¡espero se hayan divertido con esta loca tradición de nuestro blog! Por supuesto, esta noche estaremos en Twitter, Facebook e Instagram comentando en vivo y en directo lo mejor de la ceremonia y anotando a esas ganadoras y nominadas que tal vez no hayamos alcanzado a ver antes de la ceremonia pero que nos quedarán de tarea, ¡siempre hay cosas nuevas para ver y disfrutar!

De todo corazón espero que el cine siga ganándose un espacio en sus vidas y sus agendas. Es un pasatiempo que me ha dado muchas alegrías y me encanta poder compartir todo esto con ustedes, ¡que viva el séptimo arte!

Si no le gusta, no lea, y si le gusta, ¡comparta!

#OscarCuchurrumí día 8: la ingenua ironía de “Jojo Rabbit”

¡Sábado, sábado, sábado! Bieeeeeenvenidos a la recta final de #OscarCuchurrumí, ¡qué carrerota la que hemos hecho! Espero que hayan disfrutado tanto como yo, es increíble saber que la película de hoy es la penúltima de nuestra serie de 9 reseñas de las nominadas al Oscar a Mejor película, ¡supongo que nuestros nominados deben estar preparándose para lucir fabulosos mañana y nosotros con ellos!

Si se perdieron alguna de nuestras reseñas anteriores de este año, pueden leerlas justo aquí.

Mientras se extiende la alfombra roja y ultimamos nuestras apuestas, vamos con una película que, muy a su manera, logra combinar dos tendencias de esta temporada de premios, como lo son el humor negro y el contexto bélico-histórico, así que bueno, alisten sus dotes para el idioma alemán y disfruten de esto que se llama Jojo Rabbit:

Y bien, el tema de la Segunda Guerra Mundial es uno de los grandes consentidos de la Academia, y año tras año solemos encontrarnos con al menos una nominada que tenga por escenario a este contexto histórico. Lo peculiar aquí es que, al menos en mi caso como espectadora, es la primera vez que me encuentro con un acercamiento desde la comedia y el humor negro, y no desde la desolación y la crudeza, y pensaba que la iba a sufrir, que me sentiría culpable por reírme, pero por el contrario, me atrapó desde el inicio y me dejó pensando mucho sobre un tema del que ya creía saber bastante.

Dirigida (producida, adaptada e incluso actuada) por Taika Waititi, esta cinta basada en la novela de Christine Leunens nos lleva a la Alemania nazi de la Segunda Guerra Mundial. Allí, en medio de la euforia y el sueño de formar a futuras generaciones al servicio del Tercer Reich, conoceremos a Jojo (interpretado por Roman Griffin Davis), un pequeño de diez años que vive con su madre (interpretada por Scarlett Johansson) y que sueña con convertirse en un integrante de la guardia privada de Hitler (interpretado por Waititi). Jojo tiene tan idealizado a Hitler que lo escucha en su mente, dialoga y le pide consejo todo el tiempo, en una versión bastante cómica de lo que sería un amigo imaginario/conciencia, y desde el inicio mismo de la cinta seremos testigos de la marcada sátira a la que apunta la trama, ¿pues cuándo más habíamos visto a Hitler haciéndole bromas a un pequeño?

Exacto, nunca.

Cuando Jojo asiste a un campamento de las juventudes hitlerianas para “convertirse en un hombre”, una serie de sucesos harán que su plan perfecto de servir a la patria no salga como esperaba, de allí que deba recurrir a todo su ingenio para validarse como un activo integrante de las filas nazis. Sumado a esto, dos oscuros secretos al interior de su hogar pondrán en riesgo no solo a su familia, sino al futuro de Jojo, de sus amigos y su rol en la guerra.

Ahora, vale la pena preguntarnos una cosa: ¿Qué papel puede desempeñar un pequeño de 10 años en la guerra? ¿No debería estar jugando? ¿Aprendiendo? Estas son tan solo algunos de los interrogantes que con humor negro responde esta película inteligente y sagaz, y soy enfática en apelar a estos adjetivos porque requiere cierto valor usar la ironía y la sátira para hablar de un tema que tanto dolor y muerte causó a millones de personas.

Lo curioso de la situación es que, precisamente, esa es la magia del cine, nos permite abordar un mismo tema desde muchas miradas distintas, y en esta ocasión ese efecto irónico-cómico sobre un panorama tan oscuro como es la guerra se logra partiendo de la mirada de un chiquitín que quiere comerse al mundo, sin saber que en el proceso está siendo comido por un sistema terrible. La actuación del pequeño Roman es tan auténtica, tan divertida, que en serio, se merece estar en boca de todos y recibir muchos aplausos y elogios por lograr lo imposible: hacernos sentir simpatía por un nazi.

Por su parte, la querida y elegante Scarlett Johansson llega a esta temporada no con una, sino con DOS nominaciones por DOS pelis distintas, ¡qué momento para estar vivos y ser testigos de esto, señores! Ya hablamos de su actuación en A marriage story, así que solo diré que, en lo personal, amaría que si gana un premio (que lo veo difícil la verdad), fuera como actriz de reparto en esta película y no por su protagónico en A marriage story, pues a mi parecer percibí muchos más matices y emociones en su rol de Rosie, una madre cabeza de hogar, optimista y rebelde, un papel muy emotivo y que nos muestra una nueva faceta de la guerra, la de las madres alemanas que solo quieren que todo termine, así que bravo por madama Johansson y esta gran demostración de talento.

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También vale la pena destacar las actuaciones de Sam Rockwell, Patrick Malahide y Rebel Wilson, cuyos personajes no solo divierten, sino que complementan muy bien la trama, y no puedo quedarme sin mencionar a Thomasin McKenzie, de quien no puedo decir mayor cosa para no spoilear, salvo que es una joven actriz a la que sin duda hay que seguirle el paso en futuros proyectos.

Por último, pero no menos importante, tenemos a Taika Waititi, que se ganó mi admiración por asumir tantos roles y compromisos con la cinta, por lucharla y creer en el proyecto, y lo increíble del asunto es que con tantas tareas encima, todas-le salieron- bien (lástima que no lo nominaran a Mejor director), pues en su conjunto la película es increíble, la historia está muy bien contada y su actuación logra sacarnos del horror que inspira la figura de Adolf Hitler para terminar por decirle “¿Sabes qué? Nunca dejaremos que esto se repita, así que joke’s on you.”

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Con un total de 6 nominaciones (Mejor película, mejor actriz de reparto, mejor guion adaptado, mejor diseño de producción, mejor vestuario y mejor montaje), Jojo Rabbit es de esas películas que no sabíamos que necesitábamos hasta que fuimos a verlas al cine, y tal vez sigamos hablando de ella en el futuro. Yo como espectadora seguiré dándole un chance a la sátira, y sobre todo, seguiré estudiando y leyendo de historia, para que nunca más se den hechos como los que el pobre Jojo tuvo que vivir.

Y bueno, me despido por hoy esperando que no anden corriendo mucho para ponerse al día con sus nominadas al Oscar, recuerden que mañana tendremos a nuestra última nominada, y por supuesto, en Facebook, Twitter e Instagram estaremos en full modo #OscarCuchurrumí.

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